El tifón Bopha, el más potente del año en Filipinas, dejó al menos 82 muertos y 21 desaparecidos en el extremo sur del país, barrido por vientos violentos y trombas de agua, según un nuevo balance provisional anunciado este miércoles por el ministro del Interior.
Un deslizamiento de tierra provocado por las fuertes lluvias causó la muerte de 49 personas en New Bataan, ciudad de difícil acceso en la isla de Mindanao, en tanto que 33 personas murieron en varias comunidades rurales de la provincia de Davao Oriental, indicó Mar Roxas al canal de televisión ABS-CBN.
Un balance anterior hablaba de 52 muertos y cuatro desaparecidos, pero las autoridades dijeron que el costo humano se agravaría en la medida que los los socorristas se abrían paso a las regiones aisladas del sur del archipiélago filipino.
El alcalde de New Bataan, Lorenzo Balbín, había indicado que un gran número de víctimas, cuyos cadáveres fueron almacenados en un edificio municipal temporalmente transformado en morgue, provenía de una aldea cercana donde las inundaciones barrieron incluso instalaciones del ejército.
El ministro Roxas dijo, sin embargo, que sólo un soldado murió y que ningún efectivo del contingente militar desplegado en la ciudad para participar en las operaciones de rescate está en calidad de desaparecido.
Bopha llegó a tierra el martes al amanecer en el este de Mindanao, con vientos de hasta 210 km/h y lluvias torrenciales, arrancando árboles y destruyendo viviendas y provocando crecidas de los ríos y deslizamientos de tierra.
El tifón, que había perdido su fuerza por la noche, continuaba su camino hacia el Mar de China del Sur, pero debía aún provocar fuertes lluvias en la isla de Palawan (oeste).
jvg/gab/jr/Arp
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