El lanzamiento de un bote de humo con efecto lacrimógeno obligó a una interrupción de algo más de veinte minutos en el partido Villarreal-Celta de Vigo, de la 24ª jornada de la Liga española, cuando faltaban tres minutos para el final y los visitantes dominaban 1-0 (resultado final 2-0 para el Celta).
Desde uno de los fondos se lanzó un bote que produjo un denso humo y terminó incendiándose sobre el terreno de juego.
Los jugadores se retiraron corriendo, frotándose los ojos, y el árbitro decretó la retirada inmediata a los vestuarios.
"Al principio pensaba que era una bengala. Era un gas y te picaban los ojos y la garganta", explicó el arquero del Celta, Yoel, que aclaró que los efectos se pasaron rápido.
En la grada, el público desalojó las tribunas, también deprisa y con visibles molestias físicas por los efectos del humo en sus ojos.
Poco después, desde la megafonía del estadio se pidió al resto de espectadores abandonar la gradas del estadio de El Madrigal de manera ordenada.
Tras una reunión entre los responsables de los equipos, el cuerpo arbitral y los responsables de seguridad se decidió reanudar el partido, con unos centenares de espectadores en la grada, y Nolito consiguió el 2-0 para el Celta.
El Villarreal condenó el "incidente lamentable" a través de su cuenta de Twitter.
afp/dr