Que el fenómeno zombi está de moda en nuestros días es una realidad, pero ¿cuál es el origen de los muertos vivientes? Las raíces se ubican en Haití y están ligadas a la esclavitud, la opresión y las prácticas tribales de la zona. En 1880, el periodista inglés Spencer St. John dio a conocer un ritual por el que los jóvenes haitianos eran sacrificados por tribus aborígenes, haciéndolos beber una pócima aparentemente venenosa. Después eran resucitados y obligados a trabajar como esclavos.
Una vez volvían a la vida, los jóvenes ya no tenían control sobre sus actos y eran obligados a trabajar como esclavos en plantaciones sin ofrecer resistencia.
Alertado por esta práctica, el etnobotánico de la Universidad de Harvard, Wade Davis, viajó a Haití en 1982 para investigar el caso certificado de dos muertos vivos y hacerse con una muestra de la pócima que envenenaba a los jóvenes.
Sus investigaciones fueron recogidas en un libro llamado The Serpent and the Rainbow, que sirvió de base para la película de Wes Craven de 1988 con el mismo título.
Davis llegó a la conclusión de que se podía convertir a alguien en zombi mediante el uso de dos sustancias en polvo.
Con la primera, llamada 'golpe de pólvora' y formada por una toxina que se encuentra en el pez globo, se inducía a la víctima a un estado de muerte aparente. Sus conocidos la darían por muerta y procederían a enterrarla. Poco después sería desenterrada y revivida. Aquí entrarían en acción los segundos polvos, una sustancia psicoactiva capaz de anular la voluntad de la víctima.
Varios investigadores han intentado tumbar la versión de Davis. Por ejemplo, achacando que los efectos provocados por la zombificación pueden explicarse a partir de la amnesia, la esquizofrenia y otros trastornos mentales.
Se ha argumentado que el concepto de zombi proliferó gracias al contexto de explotación y denigración en Haití. Además, el término está derivado del criollo haitiano 'zonbie'. No obstante, debido a la relación de Haití con África, el término podría proceder de las lenguas africanas.