Una gesta sin comparación o una temeridad, eso dependerá de cada uno, pero lo que sí que ha conseguido el alpinista polaco Andrezj Bargiel es un imposible al bajar los 8.611 metros del K2 esquiando. Es el cuarto "ochomil" para este alpinista convertido en un esquiador de vértigo. Un descenso que bien podría recoger el libro Guiness de los récords.
El K2 es el según pico más alto del planeta, sólo lo supera el Everest. Además, este pico es conocido como 'la montaña asesina' o 'salvaje' por las dificultades que presenta para coronar su cima y que cabe suponer que no son menos en su descenso y más si se hace sobre unos esquíes. Al desnivel de más de 8.600 metros y la hipoxia que conlleva esta altitud, hay que sumarle lo escarpado del terreno, las placas de hielo y los pronunciados desfiladeros.
Bargiel, es un joven deportista 30 años que se toma muy en serio la preparación de estas proezas. El escalador pasó varias semanas en un campamento a pie de la 'montaña asesina', poco a poco se fue aclimatando a la altitud del Himalaya.
El 19 de julio comenzó el ascenso para coronar el K2 con su equipo. Fueron tres días hasta que, el día 22 hiceron cumbre. Poco después, Bargiel inició el descenso a las 11:30 hora local, llegando al campo base a las 19:30 horas después de sortear grietas, bloques de hielo y pozos y el riesgo de avalancha. De hecho, tuvo que detenerse durante el recorrido en el campo número 4 para esperar a que mejorara el tiempo por la falta de visibilidad generada por las precipitaciones.
El protagonista de esta gesta es Bargiel pero sin su equipo no habría logrado su objetivo. Juntos estudiaron cual sería el mejor recorrido, emplearon la tecnología más puntera del momento para diseñar un recorrido que previamente visualizaron por medio de drones. Además, durante las semanas que duró la preparación de esta aventura, Bargiel y su equipo localizaron y rescataron a Rick Allen, un alpinista escocés al que ya se daba por muerto pero que consiguieron ver a través de los drones.
Al finalizar el recorrido, Bargiel, publicó un vídeo en el que explica su hazaña y aseguraba que estaba "muy contento" porque no tendrá que volver más. Era la segunda vez que intentaba llevar a cabo el descenso del K2, el año pasado tuvo que desistir a causa de las condiciones meteorológicas.
"Ciesz? si?, ?e nie musz? ju? tu wraca?" - #AndrzejBargiel zaraz po zje?dzie z K2! #K2SkiChallenge @JedrekBargiel pic.twitter.com/iH7DQYCtap
— Red Bull Polska (@redbullpolska) 23 de julio de 2018
Bargiel también ha conseguido descender esquiado el Manaslu (8.156 metros) el Broad Peak (8.051) y el Shishapangma (8.013), todos ellos en la cordillera del Himalaya.