Una empresa de Wisconsin, dedicada a la fabricación de vasos de cristal con una bala alojada en ellos, ha decidido ser tan original como para regalar un arma a cada uno de sus empleados. Además del propio objeto, los empleados de Benshot han recibido un curso de seguridad y manejo.
Los trabajadores se muestran encantados posando con sus pistolas a la entrada de la fábrica y aseguran a los medios de comunicación locales sentirse "mucho más seguros" ahora que tienen a su disposición un arma con la que hacer valer la segunda enmienda de la constitución norteamericana.
Que en Estados Unidos una parte de la población está a favor del uso de armas no es ninguna novedad pero que una empresa de Wisconsin lo lleve al extremo de cambiar la cesta con dulces típicos de Navidad por un arma para cada uno de sus empleados es algo inédito. Los trabajadores están encantados con su regalo y las redes sociales estallan de júbilo.
Ben Wolfgram, copropietario de la empresa explica a Usa Today que "regalar un arma a los empleados es trabajar en su autoprotección y el sentimiento de pertenencia al equipo", además asegura estar tranquilo ya que los trabajadores "han recibido también un curso de manejo y seguridad con armas. Además las familias de los trabajadores también han estado de acuerdo con el peculiar regalo de Navidad de la empresa. "Somos un pequeño equipo y tener a todos armados y seguros es una gran noticia" ha setenciado Wolfgram. En el curso sobre seguridad, los empleados aprendieron a utilizar su arma, escogieron el modelo que más les encajaba y la tienda en la que lo recogerían.

Tan solo dos empleados declinaron el regalo y en lugar del arma recibieron una tradicional tarjeta regalo.
La segunda enmienda de la Constitución
La Constitución de Estados Unidos de América en su segunda enmienda establece el derecho del pueblo a poseer y portar armas para protegerse. Un derecho que ni el gobierno estatal puede limitar.
Esta es una enmienda muy controvertida, especialmente desde que se iniciaron las matanzas en institutos que vienen potenciadas, casi en todos los casos, por la facilidad con la que los jóvenes acceden a armas de fuego, en ocasiones las tienen en el armario de sus padres sin ninguna clase de protección.
En 2016, una encuesta del propio gobierno de EEUU reveló que cuatro de cada 10 estadounidenses disponía al menos de un arma. La cifra podría ser mayor ya que no todos están dispuestos a revelar que se encuentran en posesión de un arma de fuego. Además, en ese mismo año, el 76% de la población se mostraba a favor de mantener el derecho a portar armas que les otorga la Constitución. En 1960 tan solo el 36% de la población estaba de acuerdo con este derecho.
El acceso a las armas dispara las matanzas
Hubo un antes y después de la matanza en un instituto de Colombine en 1990. No fue la primera pero sí fue capaz de conmocionar a la sociedad de EEUU. Los dos jóvenes habían trazado un plan movidos por el odio de sus compañeros que los marginaban y los dos adolescentes acabaron con la vida de 13 de sus compañeros, hirieron a 24 y terminaron suicidándose.
Antes de Colombine, en 1966 en Austin (Texas) un exmarine abría fuego contra estudiantes en un instituto terminando con la vida de 18 personas. En 1984 fueron 21 los fallecidos, varios niños, cuando un guarda de seguridad abrió fuego en un restaurante de San Ysidro (California).
Columbine supuso el inicio de los ataques de adolescentes contra sus compañeros y tras esta matanza los episodios se suceden por todo el país. Bullying, marginación social y fácil acceso a las armas son los responsables de las muertes de jóvenes por todos los Estados Unidos. El último tiroteo fue durante una fiesta universitaria en California. Una cuestión, la del acceso a las armas, que parece que nunca pasará a la historia del país y cuenta con grandes defensores y también detractores.