Los nuevos dominios que se introducen progresivamente en Internet están generando duras batallas para obtener las URL's más cotizadas. Uno de los principales caballos de batalla es la introducción del dominio '.gay', por el que se pelean los colectivos homosexuales para posicionar sus páginas web de la forma más sencilla y atractiva posible.
La ICANN (Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números), el organismo que regula los dominios en la Red, anunció recientemente sus planes para ampliar la lista de dominios disponibles, por lo que son muchas las propuestas para la introducción de nuevas extensiones para las direcciones URL.
En una entrevista concedida a CNET, el CEO de dotGAY, Scott Seitz, comentó los grandes desafíos y oportunidades que ofrece este dominio '.gay'. "Nos estamos preparando para el renacimiento de Internet, que dará lugar a una Red muy diferente", afirma.
"Con el '.gay' vi una oportunidad para la comunidad homosexual. Puede ser un lugar para mejorar nuestra capacidad de interactuar unos con otros", asegura Seitz, en palabras que recoge Huffington Post.
EEUU intenta vetar el dominio
El gran problema con el que se encuentra el dominio '.gay' es la oposición del gobierno estadounidense, que recientemente propuso la opción de ejercer su veto a los dominios que consideran inaceptables.
Muchos han condenado este movimiento gubernamental como una medida para restringir la libertad en Internet, asemejando la situación a la que se dio con la batalla por impedir la introducción del dominio '.xxx', asociado con contenidos sexuales.
Además, las cantidades económicas necesarias para introducir este nuevo dominio también son una importante barrera. La cuota de la ICANN para el registro del dominio asciende a 185.000 dólares (136.935 euros), lo que requiere tener asegurados numerosos proyectos asociados al '.gay' para dar comienzo a su andadura con viabilidad.