Organizaciones feministas salvadoreñas se pronunciaron para que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) autorice un aborto terapéutico para salvar la vida de Beatriz, una joven de 22 años, algo a lo que se oponen la iglesia y organizaciones defensoras de la vida.
Beatriz -nombre ficticio para proteger su identidad- ya es madre de un niño de 2 años, y actualmente se encuentra en la semana 20 de embarazo, pero recientemente se le detectó que padece de insuficiencia renal y lupus eritematoso discoide, una enfermedad que debilita el sistema inmunitario.
Según un dictamen médico del estatal hospital de Maternidad, donde la joven madre permanece ingresada para vigilar su salud, el desarrollo de su embarazo puede llegar a poner en peligro su vida, debido a los problemas de salud que le aquejan.
Los análisis médicos efectuados han determinado que el feto que Beatriz lleva en su viente padece anencefalia, es decir, una ausencia total o parcial del cerebro, y que, por tanto, éste moriría al nacer.
"Es necesario por su derecho a la vida, a Beatriz le sea permitido que se le practique un aborto terapéutico, no se trata del deseo de una mujer de querer abortar, se trata de que ella pueda salvar su vida", declaró a la AFP una representante de la asociación de mujeres Las Dignas, Anabel Salazar.
La propia Beatriz solicitó -por medio de un abogado- a la Sala de lo Constitucional del CSJ que la ampare y le autorice el aborto terapéutico.
Una petición recientemente respaldada por la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, quien también pidió a la CSJ que otorgue un permiso especial para que se le pueda practicar el aborto terapéutico sin que ella o los médicos que lo realicen sean castigados por esa acción, pasible con hasta 50 años de prisión bajo las dura ley penal salvadoreña.
"Ésta es una lucha muy difícil, pero necesaria, pues si bien es cierto que el aborto es considerado un delito, también lo es no salvar la vida de una mujer", consideró Ima Guirola, de la asociación de mujeres CEMUJER.
Aunque no todos mantienen esta visión.
La presidenta de la Asociación Sí a la Vida, Regina Cardenal, consideró que el caso "está queriendo ser utilizado para que el aborto sea despenalizado en el país".
"El caso de Beatriz hay que verlo con detenimiento, tratar en la medida de lo posible que el embarazo cumpla su término con los cuidados médicos necesarios", sostuvo Cardenal.
Mientras, la Iglesia Católica se ha pronunciado porque la Sala de lo Constitucional deniegue el pedido de Beatriz "en función de la protección del que ha de nacer".
"La existencia de una malformación o de una enfermedad hereditaria en el que debe de nacer, no debe equivaler a un sentencia de muerte", consideró la Conferencia Episcopal en un comunicado.
Por el momento, la sala de la CSJ aún no ha emitido un dictamen, pero ha pedido al Instituto de Medicina Legal evaluar a la joven madre y ha ordenado al hospital de Maternidad que informe constantemente sobre la condición de salud de la mujer y las acciones que se toman para salvaguardar su vida.