Barcelona, 18 jul (EFE).- El escritor belga Jeroen Olyslaegers, que evoca el colaboracionismo de los belgas con los nazis en su última novela, "Voluntad", ha dicho hoy en Barcelona que "como europeos, somos pacientes traumatizados del siglo XX".
Olyslaegers ha explicado que al escribir la novela quiso "huir de los clichés de la II Guerra Mundial, porque como europeos somos pacientes traumatizados del siglo XX y eso se debe a que hay una gran abundancia de imágenes de la guerra, si bien, casi todas en blanco y negro". En cambio, el autor se propuso mostrar la guerra "en tecnicolor".
"Voluntad" (Seix Barral en castellano y Ara Llibres en catalán) se articula a partir del protagonista, Wilfried Wils, un anciano que ha perdido toda relación con su familia y que recuerda sus años de juventud durante la Guerra Mundial en una Amberes ocupada por los alemanes en la que trabaja como auxiliar de policía.
El protagonista actúa, según el autor, como en las tragedias clásicas: "Hay una cuenta pendiente que se debe saldar".
Olyslaegers no buscó la historia de la novela, sino que se topó con ella dentro de su propia familia, con "un abuelo nacionalista flamenco que colaboró con los nazis", y en unas jornadas de historia en las que dedicaron todo un día a un informe policial que describe el pogromo que hubo en la ciudad en agosto de 1942 en Amberes con la plena colaboración de la policía local.
"El policía que redactó ese informe sin que nadie se lo pidiera describe su participación en el ataque a los judíos, y dice que, cuando llegó al número 8 de la Kruik Straat abrió un hombre y delante de ellos se cortó el cuello con una navaja, y al entrar en la casa descubrieron que toda la familia se había suicidado".
Curiosamente, Olyslaegers tiene su estudio en el número 1 de la misma calle y desde la mesa ve el número 8 y era inevitable imaginar la escena.
Hablando con su madre, recordó que tenían un familiar en la calle contigua, que hacía de criada para una familia judía y el autor le respondió que seguro que se había quedado sin trabajo tras la expulsión de los judíos. "Tras un largo silencio, mi madre dijo: tu tía abuela se quedó a vivir en esa casa, porque se convirtió en amante de un oficial de las SS".
Tratar de escribir "algo original" sobre el conflicto y hacer llegar la historia a la generación de su hijo, de 23 años, fueron los motores de la escritura de la novela, y para ello recurrió al "viejo recurso narrativo de 'ven que te explicaré una historia'".
Con esa idea, Olyslaegers planteó "Voluntad" como "una carta de un bisabuelo que explica a su biznieto lo que ha vivido" con la idea de "escribir sobre el colaboracionismo nazi y la ambigüedad moral".
Según Olyslaegers, "aunque la distinción entre el bien y el mal es algo que todos tienen claro, salvo los psicópatas, y se enseña tanto en la familia como en la escuela, el problema radica en pasar de la teoría a la práctica".
En "Voluntad" no hay, a decir del autor, "ni un gran héroe ni un gran malo, porque a veces es una cuestión circunstancial la que determina en un mismo día si haces una heroicidad o cometes una maldad".
Piensa Olyslaegers que no se puede explicar todo por una cuestión de supervivencia, al menos en las novelas, donde el escritor se puede permitir algunas licencias que dejen alguna esperanza a los personajes.
"En la vida real, un personaje como Wilfried Wils no explicaría su historia, callaría, porque al final la naturaleza humana es sobrevivir a cosas terribles y después callar, algo que se puede constatar en las narrativas de supervivientes del holocausto".
"Voluntad" es también, confiesa Olyslaegers, la historia de su abuelo, "un nacionalista flamenco, que se declaró idealista, y que colaboró con los nazis".
"Mi novela es una especie de venganza contra esa visión de mi abuelo, al que por otra parte, quiero mucho. No sólo fue colaboracionista, sino que al final de la guerra, en junio de 1944, huyó a Alemania para luchar contra los aliados".
Cuando su abuelo vio la serie "Hermanos de sangre" (Band of brothers), producida por Steven Spielberg y Tom Hanks, con 90 años, "se dio cuenta de que se había pasado la vida en el bando equivocado".
"Sin embargo -añade Olyslaegers- la mayoría de colaboracionistas no han cambiado y se han convencido de que lo que hicieron fue moralmente correcto, y por eso hoy engrosan las filas de la extrema derecha".
A pesar de que en Bélgica se ha hablado mucho de colaboracionismo, Olyslaegers introduce en "Voluntad" un colaboracionismo diferente, "el de la administración, del Estado, de un alcalde, del cuerpo de policía, es decir cuando la burocracia se torna psicópata".
Para cambiar radicalmente de tercio y espantar sus propios fantasmas, Olyslaegers está ahora escribiendo una nueva novela ambientada en Amberes, pero en el siglo XVI en tiempos del Imperio español.