Alemania

Una Alemania muy distinta a la de 2008

Ozil celebra junto a Podolski el pase a semifinales alemán.

Es inevitable mirar al pasado. Por mucho que Del Bosque intente el sano ejercicio de evitar las referencias a la Eurocopa de Austria y Suiza, el análisis de todos los españoles sobre el rival de esta noche se queda estancado en aquella noche del 29 de junio de 2008. Error. Alemania ha cambiado mucho desde aquella final. Los de Löw han mutado hasta convertirse en los máximos candidatos a ganar el Mundial.

Lo han hecho basándose en una reestructuración completa que, al más puro estilo de 'La Restauración' ha cambiado todo para que apenas parezca que nada ha cambiado. El técnico es el mismo, pero su concepto futbolístico se ha amoldado al estilo que precisamente 'La Roja' puso de moda tras aquel campeonato.

Toque, posesión, velocidad y calidad son los cuatro pilares sobre los que el entrenador ha querido forjar este nueva 'Die Mannschaft'. Lo ha conseguido. Para ello, varios han sido los sacrificados con respecto a los que se la jugaron ante España en 2008.

A Neuer en la portería (cambio obligado por la veteranía de Lehmann), hay que sumarle seis relevos que le han dado a esta selección una increíble nueva y joven cara.

La revolución de Ozil y Müller

Quizá la principal sea la presencia de Ozil en la mediapunta por el lesionado Ballack. La dolencia del veterano capitán ha beneficiado más que ha perjudicado a su equipo.

Sin él, el conjunto gana en movilidad liderado por este ligero mediapunta de doble nacionalidad, como mucho de sus compañeros (hay seis internacionales mestizos). Turco de origen, Ozil es la nueva referencia germana en el ataque. Zurdo, eléctrico y de enorme visión, recuerda mucho a Silva. Y además tiene gol. De sus pases dependen los ataques alemanes.

Junto con él, Müller se ha convertido en la otra gran revelación. No jugará ante España por sanción. Buena noticia porque este extremo veloz juega en el rival el mismo papel que Iniesta tiene para los de Del Bosque. Es simplemente insustituible.

Su presencia frecuente en el once no ha sido una sorpresa después de su arrollador debut con el Bayern de Múnich. Van Gaal (quien, por cierto, también dio la alternativa a Xavi o Puyol entre otros), le cedió los trastos de la banda derecha bávara y desde ahí, el salto a la selección era sólo cosa de tiempo. Es goleador, tiene desborde, remate de cabeza, y un centro mortal. Un verdadero puñal con botas puestas.

Una espina dorsal más lúcida

Clave es también la pareja de medioscentros que dirigen el engranaje alemán. Schweinsteiger y Khedira han sustituido a Hitzlsperger y Frings. La presencia del primero es mérito también de Van Gaal.

El holandés le reconvirtió de interior a mediocentro y su explosión en el Bayern se ha trasladado al combinado nacional. Defiende y ataca por igual con un derroche físico increíble. No es el mismo que, ante España, ocupó la banda derecha en Viena.

Khedira le acompaña en tareas de creación de juego, aunque su facilidad para descolgarse del doble pivote le convierte "en un delantero más", como explica Radomir Antic. Este futbolista de origen tunecino ya se ha colado en las agendas de Real Madrid, Inter o Manchester, entre otros.

Retoques en la zaga

Vital es también la presencia en la zaga de Friedrich. Para el propio Antic, es el hombre clave del sistema de Löw. "Si se le tapa a él, Alemania se bloquea", comenta el seleccionador serbio. Ha sustituido al ex madridista Metzelder como defensa central que acompaña al bregador Mertesacker, con una cualidad importante: sabe sacar muy bien la bola.

Boateng (de nacionalidad ghanesa) en el lateral izquierdo completa este sexteto de importantes novedades que ha cambiado por completo la cara de Alemania. Son los hombres que pueden truncar el sueño de España y revalidar la venganza de aquella final perdida, lo único que permanece intacto de aquella gloriosa noche del 29 de junio de 2008.

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