Barcelona, 22 nov (EFE).- El joven cuarteto catalán de punk-rock Mourn presenta mañana en Barcelona y el día 29 en Madrid su tercer disco, "Sorpresa familia", tras más de 40 conciertos en EE.UU. y Europa, donde han demostrado que "en directo, somos una apisonadora", ha dicho a Efe su guitarrista y vocalista, Jazz Rodríguez.
Mourn se fundó en 2013 en Cabrils, en la comarca barcelonesa del Maresme, cuando dos compañeras de instituto, Jazz Rodríguez y Carla Pérez -guitarras y voces-, empezaron a tocar versiones hasta que se unieron Antonio Postius, batería y también de 22 años, y Leia Rodríguez -bajo-, hermana pequeña de Jazz (ahora tiene 18) y ambas hijas de Ramon Rodríguez, alias The New Raemon.
Debutaron con "Mourn", que publicó el sello catalán Sones, y epataron en Estados Unidos hasta el punto de que la discográfica norteamericana Captured Tracks les fichó para editar su segunda obra, "Ha, Ha, He", lo que provocó un problema legal que acabó en un juicio donde un juzgado mercantil barcelonés dio la razón a Sones e impidió la publicación de su segundo álbum en España, aunque sí que vio la luz en el resto del mundo.
Ello provocó una ralentización del éxito del cuarteto, acelerado ahora con la publicación de "Sorpresa familia" (Captured Tracks), doce canciones como "Barcelona city tour", "Strange ones", "Orange", "Bye, imbecile!", "Divorce" o "Sun" producidas por Santi García y Ramon Rodríguez y que recuerdan a Fugazi tanto como a Sonic Youth o a Sleater Kinney.
Mourn, nombre elegido "al azar al abrir un diccionario de inglés", según Jazz Rodríguez, actuará mañana viernes en Barcelona -la (2) de Apolo-, el 29 de noviembre en Madrid -Ochoymedio, But- y el 14 de diciembre recalarán en San Sebastián, dentro del She Rocks Fest -sala Bataplán Aretoa-.
Este verano, tras publicarse el disco, ficharon por Music Bus, la agencia de contratación de Love of Lesbian, y enlazaron una gira de 21 bolos por Estados Unidos y Canadá con otros 21 por las principales ciudades europeas.
Con letras claras y directas que critican injusticias como las vividas con su segundo disco, Jazz explica que no sabe si sin la influencia de su padre se hubieran dedicado a la música, aunque "desde pequeñas se nos daba bien" e, incluso, "ya en el parvulario la música era nuestra asignatura favorita".
"Hasta que no fichamos por el sello americano seguíamos estudiando y haciendo algún bolo, pero entonces la tortilla se dio la vuelta y ahora nos lo hemos tomado muy bien y no nos imaginamos nuestras vidas sin todo esto", explica Jazz Rodríguez.
Al respecto, afirma que han ido tomando decisiones para acomodar su vida a este nuevo ritmo de gira-furgoneta-concierto, como fichar por Music Bus, teniendo en cuenta que "mola mantener este volumen de trabajo y con ellos lo podemos hacer porque son una agencia grande".
"Antes nos lo llevaban unos amigos y llegó un momento en el que no se podían dedicar, y ahora, en cambio, tenemos todo un equipo detrás", razona sobre una empresa encargada de vender a artistas como Love of Lesbian, Javier Álvarez, Mendetz, Santos, Dolo Beltrán, Mi Capitán o The New Raemon.
"Ha sido muy intenso, en dos meses, pero repetiría", contesta Jazz, que arde en deseos de estar ya sobre el escenario para tocar los temas nuevos y los que más gustan de los anteriores.
"Después de tantos bolos, tenemos un directo muy sólido, somos una apisonadora, y sonamos muy bien, muy potentes, y con una conexión muy heavy con nuestro público", explica Jazz, que avanza que están cerrando ya conciertos para 2019, cuando volverán a girar por Estados Unidos, con la vista puesta en Latinoamérica y Japón, además de por España ,"donde casi no hemos tocado".
Rafa Quílez.