
La Asociación de Vecinos de Chueca denuncia mediante grabaciones en vídeo cómo se ve afectada la vida del barrio por las fiestas del Orgullo. Esta acción forma parte de la campaña que desarrolla contra el ruido y la basura que se acumula en el vecindario
El mismo día que saltaba la polémica entre el Ayuntamiento de Madrid y los organizadores de las fiestas del Orgullo Gay por el anuncio de la intención del Consistorio de sacar las celebraciones fuera del barrio, la Asociación de Vecinos de Chueca comenzaba a publicar en su web y en youtube vídeos grabados sobre las consecuencias de las mismas para quienes viven en el barrio.
En una serie de grabaciones cortas, la asociación denuncia el botellón que se produce en casi cualquier calle del barrio a altas horas de la madrugada, las concentraciones masivas de gente delante de las tiendas de chinos consumiendo bebidas, la falta de civismo de quienes participan en las celebraciones arrojando al suelo todo tipo de desperdicios e, incluso, la existencia de supuestos bares clandestinos.
Estas grabaciones son un paso más dentro de la campaña que mantienen contra el ruido y la basura que afirman que padece con asiduidad el barrio y que les lleva a tratar de dar visibilidad a su problema recurriendo también a pancartas y lemas.
Fiestas, sí... botellón, no
La presidenta de la Asociación de Vecinos de Chueca, Diana Abbott, ha querido dejar claro que están a favor de que la fiesta continúe celebrándose en este barrio madrileño, pero "lo que no es admisible es que se convierta en un macrobotellón".
Del mismo modo, reivindica el derecho de los vecinos a estar presentes, y a tener voz, en cualquier negociación entre Ayuntamiento y organizadores del Orgullo. "No nos parece democrático que negocien al margen de los residentes".
Abbott pretende que se reduzca el número de escenarios y barras en las calles -de modo que ni en cada calle haya barra, ni haya más de una por calle-, que baje el nivel de decibelios; y que el horario de los espectáculos sea de 20 a 23 horas en días laborables y de 20 a 1 los festivos.
Por unas fiestas más tranquilas y diurnas
José Carlos Nicolau, presidente de la otra asociación vecinal que actúa en el área, la de Justicia, se expresa en parecidos términos que Abbott.
Habla de apoyar unas fiestas más tranquilas y diurnas que las actuales e, incluso, más prolongadas en el tiempo, reconociendo el bien que la celebración del Orgullo ha reportado al barrio.
Sin embargo, califica de inaceptables las actuales celebraciones "basadas en la música alta y el consumo descontrolado de alcohol".
"En estos días tengo que apagar mi móvil porque cientos de vecinos me llaman a cualquier hora después de que la Policía no haga caso de sus quejas por ruido", indica Nicolau, que apunta que son muchos los vecinos que se ven obligados a coger vacaciones y huyen del barrio.
Organizadores y Ayuntamiento negociarán la semana que viene
Por su parte, Mayka Contreras, presidenta de la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid y su Comunidad (AEGAL), entidad organizadora y ejecutora de las fiestas, ha confirmado a Ecodiario.es que a partir de la semana que viene se van a reunir con el Ayuntamiento de Madrid para acordar mejoras en el Orgullo del próximo año con el objetivo de que la celebración "provoque las menores moslestias posibles a los vecinos".
Contreras, sin embargo, quiere destacar que "el botellón que denuncian los vecinos y la suciedad del barrio son problemas habituales en la zona y, en absoluto, provocados únicamente por estas fiestas".
"Es asunto de la Policía evitarlo y combatirlo durante todo el año, aunque reconozco que el problema se agrava estos días".