El proyecto estrella de Florentino Pérez para la reconversión del estadio Santiago Bernabéu no es por ahora nada más que un sueño. Aunque el presidente del Real Madrid lo presentó en la última asamblea como una realidad en la que se estaba trabajando ya, lo cierto es que se trata de una idea que no cuenta todavía con ninguna autorización.
"Se trata de un proyecto muy incipiente. Es cierto que el Real Madrid ha presentado la idea para construir un centro comercial y un hotel junto al estadio, pero nuestros técnicos de Urbanismo todavía no se han pronunciado", aseguran fuentes oficiales del Ayuntamiento.
Y no sólo es eso. Según dice, "en el caso de que su voto fuera favorable, debería ser además aprobado por el Pleno, puesto que hay que modificar el Plan General de Urbanismo". El Ayuntamiento intenta cubrirse las espaldas porque sabe que se va a encontrar con una feroz oposición por parte de las asociaciones vecinales de Concha Espina y el Paseo de la Castellana, las más afectadas por la ampliación del emblemático estadio de fútbol.
En el Real Madrid, sin embargo, siguen dando todo por cerrado. "Se ha votado ya y los socios han dado su visto bueno", aseguran en el club. Pero no es cierto. Lo único que votaron los socios es el convenio urbanístico por el que el club cede al Ayuntamiento una parcela rústica en Las Tablas, valorada en 22 millones -muy por encima del precio del mercado, según los expertos consultados por este periódico, ya que no tiene utilidad alguna-, y recibe a cambio el suelo adjunto al Bernabéu en la Castellana, una parcela en Valdebevas y otras en Carabanchel.
Confusión a la hora de votar
"Florentino Pérez presentó a los socios el proyecto de remodelación del Santiago Bernabéu como un todo, conjuntamente con el convenio urbanístico. Pero no tiene nada que ver. Una cosa es el intercambio de parcelas y otra muy distinta la construcción del hotel y el centro comercial", aseguran desde la Asociación para la Defensa del Patrimonio del Real Madrid, una de las pocas que ha levantado la voz en contra de la propuesta.
En la asamblea, celebrada el pasado 25 de septiembre, había dos puntos clave. El primero era la ratificación del convenio urbanístico y el segundo la autorización al presidente y a la junta directiva, con carácter indistinto, para redelimitar urbanísticamente los terrenos adjuntos al Santiago Bernabéu, reubicando los usos comerciales.
En palabras de la Asociación para la Defensa del Patrimonio, un auténtico "cheque en blanco" para el presidente y su equipo directivo, que sin concretar lo más mínimo el proyecto y su financiación consiguieron la autorización, que no la aprobación, de los compromisarios presentes en la asamblea. Curiosamente, el texto del segundo punto del orden día no apareció reflejado en la pantalla gigante para facilitar su lectura, tal y como sucedió con el resto.
De los acuerdos propuestos, dos fueron aprobados por mayoría (786 votos a favor y sólo 10 en contra), pero en ningún momento se dijo que el segundo requería una aprobación previa del Ayuntamiento, con la que todavía no se cuenta.
Inicio de las obras
El problema añadido es que, si todo saliera tal y como tiene previsto Florentino Pérez -dando por hecho además que logre financiación-, las obras no se iniciarían por lo menos hasta dentro de dos o tres años. Y el mandato del actual presidente concluye en 2013, con lo que todo puede quedar en el aire.
Los problemas del presidente no sólo pasan por la aprobación del pleno consistorial, sino que se amplían al terreno financiero, porque el Real Madrid carece de los fondos necesarios para acometer la prometida obra de ampliación del estadio, cuyo coste estimado ronda los 250 millones de euros. Una cantidad respetable que necesita del apoyo de fondos de inversión.