Nueva Democracia (ND) y el Partido Socialista Panhelénico (PASOK) han conseguido 109 y 41 diputados, respectivamente, según los resultados publicados por el Ministerio del Interior de Grecia con el 92,79 por ciento del escrutinio completado, por lo que no alcanzarían los 151 diputados necesarios para formar un gobierno de coalición.
El Gobierno que pueda salir de esta jornada electoral queda totalmente abierto y el nuevo Parlamento heleno se presenta tremendamente fragmentado.
Los dos partidos hasta ahora mayoritarios, Nueva Democracia y PASOK, no habrían obtenido un respaldo suficiente como para formar un gobierno de coalición en solitario. Por si fuera poco, el líder socialista Venizelos ha pedido este domingo la formación urgente de un Gobierno de concentración en Grecia conformado por los partidos favorables al plan de rescate del FMI/UE, comenzando por el suyo propio, tras rechazar la formación de una coalición de Gobierno con el partido conservador Nueva Democracia, después de conocer los primeros resultados electorales.
La segunda fuerza más votada habría sido la Coalición de Izquierdas, que ha dado la campanada obteniendo, provisionalmente, el 16% del apoyo en las urnas con un 45% del voto escrutado.
El Partido Socialista Panhelénico (PASOK), se habría hecho con el 14%.
Los expertos consideran que se necesita un 38% de los votos para gobernar con una mayoría parlamentaria viable.
Otro dato destacable es que el partido de extrema derecha Amanecer Dorado habría conseguido entre un 5 y un 8% de los votos, un porcentaje que les garantizaría la entrada en el Parlamento griego.
"Gobierno de salvación"
En su comparecencia ante los medios de comunicación, el vencedor de la jornada electoral, Antonis Samaras, se ofreció a liderar un Gobierno de "salvación" formado por las fuerzas partidarias al rescate pactado con la 'troika". Se sumaba de este modo al discurso del socialdemócrata Venizelos, pronunciado con anterioridad.
Los resultados de las elecciones griegas se ve con preocupación en Bruselas. El electorado heleno ha castigado claramente en las urnas a los grandes partidos que habían apoyado el duro plan de rescate a Grecia.