Cuenta la leyenda que Roma es lugar para héroes como Eneas, Hércules y los gemelos Castor y Pólux. 'Monchi' parece ser el último en sumarse a la lista, y como buen héroe que es también tiene su particular capa: "Nunca se me olvidará la americana gorda de invierno que se ponía en verano porque decía que nos daba suerte. Daba igual que hiciese 40 grados", recuerda Coke Andújar.
Para muchos está sentado en el trono que le acredita como el mejor director deportivo del mundo. Otros como Borja Lasso piensan que "antes de hablar de él hay que lavarse la boca porque es un crack". Incluso hasta antiguos rivales, sea el caso de 'Juanito', reconocen la gran labor profesional que ejerce: "Es su primera experiencia en otra competición y sus éxitos ya le avalan. No para de crecer". En definitiva, todos coinciden.
El gaditano llegó a Italia para intentar desterrar un maleficio con más de 90 años de historia, el cual dictamina que la Roma es un grande sin corona europea. Anteriormente ya lo consiguió en su querido Sevilla, y cosas del destino o no, lo cierto es que el director deportivo está viviendo días mágicos porque el 10 de abril eliminaba al FC Barcelona y el martes 24 hará frente a unas semifinales de Champions. Además, y para rizar el rizo, su equipo del alma se la juega este 21 de abril ante el club culé en la final de Copa.
'El rey de la ganga' ha desencadenado un sinfín de historias que hasta él mismo desconoce. Como la que cuenta Pepe Cuevas, exdirector deportivo del Villanovense CF: "La gente por la calle me llama el 'Monchi de la Serena'. ¿A quién no le agradaría que le comparasen con el más grande?". Pese a que este mensaje seguramente no le llegará, su teléfono móvil aún sigue echando humo desde el momento en el que Manolas introdujo el balón en la portería defendida por Ter Stegen. "A día de hoy sigo respondiendo a la gente que me felicitó el pasado martes. Fue un auténtico aluvión de muestras de cariño en menos de cinco minutos", comenta el actual director deportivo de la Roma.
El nacimiento de un mito
Sin duda alguna, Ramón Rodríguez -como le denomina su familia- ha sido capaz de esculpir una estatua de oro bajo su traje de director deportivo. En esta parcela es donde el 'ingeniero' de las tres Europa Leagues consecutivas del Sevilla cosecha los mejores frutos: "Disfruto mucho de mi trabajo. Cada uno tiene su manera de hacer las cosas y todas son respetables. En mi caso doy mucha importancia al talento y a la formación. Noto que he mejorado, pero necesito seguir aprendiendo día a día, especialmente de mi familia".

Aquel joven de San Fernando (Cádiz) que colgó los guantes a los 30 años por sus dolores en el hombro, tuvo que reinventarse como delegado de campo en el Sevilla FC. Una temporada después, tras un nuevo descenso del club hispalense, Roberto Alés cambiaría el rumbo del barco de Nervión sin ser consciente de ello. 'Monchi' asumía el mando y su primera decisión fue la de nombrar como entrenador a Joaquín Caparrós, quien recuerda con especial nostalgia aquel comienzo del hombre que marcaría un antes y un después en el Sánchez Pizjuán: "Fue capaz de fichar a jugadores con mucha proyección, y eso, ligado al buen trabajo de todos, hizo que subiéramos de categoría. Nos reunimos gente con las ideas muy claras, creo que esa campaña fue clave para que el club siguiese creciendo".
El momento de reflexión se produciría en abril de 2006. El director deportivo comunicaba al por entonces presidente José María Del Nido su deseo de irse a la UD Almería. Un fichaje que jamás llegaría a producirse. "Siempre que nos vemos recordamos el día de la semifinal de la UEFA contra el Schalke 04. Yo iba como aficionado y él estaba a punto de irse al Almería, pero por todo lo vivido ese día finalmente cambió de decisión y pudimos disfrutarle más años", recuerda Borja Lasso, que se emociona al hablar de 'Monchi'.
Aquella fue, sin duda, una decisión acertada viendo que sus primeros títulos llegarían poco tiempo después con Juande Ramos como entrenador. "Lo que le está pasando se lo ha ganado. Cualquier persona que dedica toda su vida a hacer las cosas bien obtiene el aprecio de la afición", desvela el técnico nacido en Pedro Muñoz (Castilla-La Mancha).
A 'Monchi' siempre le dijeron desde pequeño que, con constancia, todas las cosas eran posibles. "Cuando te va bien es obligatorio mantener los pies en el suelo. A mí de niño me decían que había que tener paciencia para obtener resultados y la victoria ante el Barcelona fue una prueba más de que no me engañaron", reconoce con humildad, la misma que muestra cuando se le comenta la tópica frase de "fulanito es el nuevo Monchi", una expresión que ensalza la buena fama que atesora el gaditano en los despachos: "No me considero tan importante. Tampoco es algo que me moleste, al revés, si se utiliza es porque esa gente me respeta y siempre es de agradecer algo así, pero se exagera...".
"Granito a granito construimos un castillo"
La base del 'método Monchi' se sustenta en lograr plusvalías, y eso fue lo que llevó al club hispalense a lograr un ascenso a Primera División, dos UEFAS, dos Copas del Rey, otras dos Supercopas y tres Europa Leagues consecutivas como colofón a una etapa de oro. "Económicamente hablando, antes de mover ficha hay que saber en qué club se está. Cuando ya he conocido bien al equipo empiezo a tantear las primeras operaciones. En el Sevilla partimos casi de cero y la Roma ya había pasado esa etapa. Ahora bien, ni mucho menos significa que no haya que seguir generando plusvalías para seguir creciendo", afirma.
Uno de sus mayores logros fue comprar a Dani Alves por una cantidad cercana al millón de euros y posteriormente traspasarlo al Barcelona por 30 millones: "Es fundamental encontrar talentos que día a día nos den excelentes resultados deportivos y que en un futuro también nos ayuden a generar ingresos". Otro de sus puntos fuertes ha sido cuidar a todas las futuras promesas que venían pisando fuerte el acelerador. "Siempre le desearé lo mejor del mundo. Apostó por mí saliendo de un filial y en todo momento estaba pendiente de ayudarnos. Tiene que estar orgulloso de lo que ha conseguido", relata el actual director deportivo del Rayo Vallecano, David Cobeño.
Para Javier Casquero, uno de sus primeros fichajes, el gran mérito del gaditano fue apostar por un ambiente de victoria: "Desde su primera temporada ya se palpaba algo especial. La situación del Sevilla era complicada, pero confeccionó la plantilla con tanta ilusión que al final fuimos siendo una familia".
De las críticas a los elogios tras ganar al Barcelona
Con el paso de los meses, 'Monchi' ha logrado darle a 'La Ciudad Eterna' un aroma futbolero que hacía mucho tiempo que no tenía. Sin embargo, varias decisiones a priori arriesgadas como vender a Salah por 39 millones de euros, le situaron en el punto de mira. "Después de 30 años en el mundo del fútbol te das cuentas de que hay momentos difíciles, pero hay que saber superarlos. Si tienes la conciencia tranquila, al final el tiempo te da la razón. Ojalá se deje de hablar de la victoria ante el Barcelona y se diga que la Roma se ha metido en la final".

Que la 'Maggica' eliminase al todopoderoso FC Barcelona (invicto en Liga) es un síntoma más que ilusionante para los italianos. Eso sí, no todos lo celebraron como el presidente James Pallotta bañándose en la 'Piaza del Popolo' ante miles de aficionados para posteriormente pagar una multa de 450 euros y destinar 230.000 euros en arreglar otra fuente de la ciudad. "No soy mucho de entretenerme en celebraciones, recuerdo que llegué a casa muy feliz y me fui a la cama con tranquilidad", aclara 'Monchi'.
Aquel miércoles 10 de abril de 2018 quedará marcado en la retina de los futboleros por una remontada épica cuyo germen se haya en un deseo de creencia: "Durante la semana previa sabíamos que íbamos a tener nuestras opciones. Una de las claves de la victoria fue el aspecto físico, todos los balones divididos eran para nosotros. Lo que se vivió en el estadio fue increíble porque la afición y los futbolistas se fundieron en un estado de felicidad absoluta que a día de hoy soy incapaz de describir".
Siempre pendiente de su familia futbolera
El 8 de abril de 2017, 'Monchi' se despedía del Sánchez Pizjuán bajo la eterna camiseta de Antonio Puerta y besando el césped que le vio crecer. "El Sevilla me lo ha dado todo tanto de jugador como de director deportivo. Les estaré eternamente agradecido", confiesa. Y ese cariño del que habla el gaditano es justamente el que guardan de él muchísimos jugadores como Javier Saviola: "Fue clave para que fichase por el Sevilla. Su labor a la hora de confeccionar la plantilla resultó espectacular. Recuerdo que ganamos la Europa League culminando una gran temporada, por lo que le tengo un aprecio especial".
El trabajo del director deportivo no solo consiste en la planificación de la plantilla, sino que también influye de manera notable en el rendimiento de jugadores. Así lo confiesa 'Antoñito': "Desde el primer momento que me contactó noté una ilusión especial en lo que hacía. Sus ganas de triunfar nos contagiaban a todos los jugadores cuando afrontábamos los partidos".
Durante esta temporada, el equipo dirigido por Montella está cuajando una irregular campaña en la competición doméstica. Y la definitiva eliminación en cuartos de final de la Champions en Múnich fulminaba el sueño europeo: "Ojalá el Sevilla hubiese eliminado al Bayern", apunta 'Monchi'. "Cuando la Roma ganó al Barça dormí muy bien. Ahora le toca al Sevilla en Copa", finalizó.
Las despedidas en cualquier ámbito de la vida son difíciles, y en este reportaje no iba a ser menos. Por eso mismo, Coke cierra esta lectura con una pequeña carta: "Eres sufridor, muy sufridor. Con el tiempo descubres que futbolistas, utilleros, recuperadores y canteranos acudíamos a ti por costumbre porque eras el engranaje que hacía que funcionase todo en el día a día del Sevilla. Tenías soluciones para todo. Has sido el pilar fundamental para el crecimiento tan fuerte del club de tu vida. Gracias por todo amigo".