Zapatero ha convocado elecciones generales anticipadas el 20-N. Pese a que pueda parecer una fecha azarosa, muchos motivos se esconden tras esta fecha tan 'simbólica' para la historia de España. El análisis: Anticipo electoral | Andalucía no las adelanta
1- Gran rechazo a Zapatero
El rechazo a Zapatero ha llegado a un punto inusualmente alto a la hora de valorar a un presidente. Un 81% de los españoles sienten rechazo por el presidente. Zapatero acapara todas las miradas y críticas y eso es algo que puede venirle bien el partido. Todas las miradas por la crisis económicas actual van dirigidas hacia él por lo que el candidato del PSOE no tendrá que soportar esa losa.
2- Rubalcaba tiene posibilidades ahora mismo
Según la última encuesta del CIS, los españoles tienen una mejor percepción de Rubalcaba como presidente que de Rajoy. Esto, unido a que el PSOE ha recortado 7 puntos al PP desde que el ex ministro del Interior es el candidato socialista puede que no le den la victoria pero si una derrota muy honrosa ante Rajoy que hasta hace muy poco saboreaba la mayoría absoluta.
3- Por la planificación de las reformas
Zapatero quiere ultimar algunas reformas y necesita tiempo. Aunque el Consejo de ministros del 19 de agosto sea una fecha importante para un decreto ley de ahorro y eficiencia sanitaria, éste se aprobará en septiembre y marcará pautas para la sostenibilidad del sistema.
Además tramitará la ley concursal, la de integración de trabajadores agrarios en el régimen general de la SS y la de reconocimiento y protección integral de víctimas del terrorismo.
4- Quiere aprovechar la campaña electoral
Había tres fechas para realizar las elecciones y para lograr sacar todo el beneficio posible a la campaña el 20-N era la fecha. En un mes completo de festivos, si los comicios hubieran sido el 13-N, la campaña hubiera estado 'entorpecida' por el puente de Todos los Santos. Si hubiera sido el 27-N el 'megapuente de diciembre pudiera haber restado votos.
El 20-N no tenía ningún festivo para distraerse. Del 3 de noviembre al 18 serán 15 días de intensa campaña sin interrupciones.
5- Guiño a los votantes de izquierdas
Las connotaciones políticas y sociales de la fecha elegida, el 20-N, constituye una baza para los socialistas que buscarían además movilizar a parte del voto más fiel al PSOE.
Muchos votantes quizá, hartos de la política, podrían salir a votar con la excusa del día elegido. Evitar un giro a la derecha en España sería un motivo más que justificado.
6- Empezar el año con buen (o distinto) pie
Año nuevo, presidente nuevo. Zapatero ha insistido en la idea de que el nuevo Gobierno esté en el poder para el 1 de enero. Según los plazos que marca la Constitución, el Congreso y el Senado tienen que estar formados en los 25 días posteriores a las elecciones.
A partir de ahí se propone presidente y ministros. Si uno de los dos partidos mayoritarios obtuviera la mayoría absoluta, lograr esos plazos sería mucho más sencillo.