El movimiento 15-M pretende llevar hasta los diferentes Parlamentos Autonómicos una reforma constitucional que favorezca la celebración de referéndums vinculantes solicitados por la propia población.
El nuevo objetivo, surgido de las diferentes asambleas celebradas por el movimiento y coordinado en la página 'Derecho de Petición. Por la democracia directa', pretende reformar una Constitución que consideran desfasada y que los "mecanismos de democracia directa funcionen realmente".
Para solicitar la reforma, recuerdan que existe el Derecho de Petición (artículo 29 de la Constitución), por el cual todos los españoles pueden solicitar a un poder público el ejercicio de una de sus competencias. La reforma de la Constitución sólo se puede llevar a cabo a iniciativa del Gobierno, el Congreso, el Senado o las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas, por lo que a ellos irá destinada la petición.
En concreto, el movimiento pretende la reforma de los artículos 87, 92 y 166, los que consideran que limitan el nivel de participación ciudadana. El artículo 87 hace referencia a la iniciativa legislativa, que "corresponde al Gobierno, al Congreso y al Senado, de
acuerdo con la Constitución y los Reglamentos de las Cámaras".
El artículo 92 es el referente al referéndum y establece que "las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos". Sin embargo lo que constituye la queja del movimiento 15-M es que únicamente puede ser "convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados".
El artículo 166 es el referente a la reforma constitucional, que únicamente puede hacerse en los términos previstos en al artículo 87, esto es, "corresponde al Gobierno, al Congreso y al Senado" y las Asambleas de las Comunidades Autónomas pueden solicitar al Gobierno "la adopción de un proyecto de ley o remitir a la Mesa del Congreso una proposición de ley".
El movimiento considera que "carecemos de instrumentos eficaces de democracia directa como el referéndum o la iniciativa legislativa popular, que sí existen en Italia, Suiza, Estados Unidos, Uruguay, Islandia..." y recuerda que la reforma de la Constitución, aunque tan sólo se ha dado una vez en nuestro país - en 1992 para permitir a los extranjeros ser candidatos en elecciones locales-, es posible.
"Mientras la nuestra apenas se ha modificado, en la mayor parte de los países de nuestro entorno los cambios constitucionales han sido mucho más frecuentes, la que menos, una vez cada cinco años", reclaman, asegurando que "nuestra Constitución se ha ido quedando estancada, mientras el resto se va adaptando a la realidad social y política de cada momento".
El movimiento se encuentra inmerso en una campaña de recogida de firmas que serán entregadas en los Parlamentos Autonómicos, denunciando que "estamos excluidos/as de la posibilidad de debatir y decidir cuestiones de especial relevancia política, económica, social y cultural".