El expresidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, respondió este domingo a las preguntas de Jordi Évole en el programa de LaSexta, 'Salvados'.
Pujol ha analizado el presente de España y su pasado político, así como algunos de los personajes y circunstancias que compartieron con él un periodo de máxima relevancia en la historia española.
No obstante, uno de los temas más controvertidos de la entrevista ha sido su opinión sobre la hipotética independencia de Cataluña, toda vez que las preguntas de 'El Follonero' se dirigieron en gran medida en este sentido.
"En Cataluña está pasando que hay una sensación creciente de que se recibe un maltrato. Se tiene la impresión de que se paga más de lo que se recibe, de que se tiene que hacer una aportación solidaria", analiza el expresident.
"España nos lleva a la residualización"
"Yo creo que hay una voluntad clara de España de llevarnos a la residualización, que Cataluña se vaya convirtiendo en algo residual. Y eso es el paso previo a la desaparición", lamenta.
"Yo soy catalán. Y además soy español si puedo serlo. Ahora no puedo serlo. Eso cada vez es más difícil. España es un gran país, pero hace una presión para que desaparezca Cataluña", considera, condenando la actitud de España en este aspecto.
No obstante, Pujol afirma no haberse "radicalizado con el tiempo". "Se han radicalizado las circunstancias. Hay un antes y un después de la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut. Este actuó de forma bochornosa", apunta.
"Los independentistas ahora tienen razón"
Preguntado por su propia opinión sobre este hecho, Pujol afirma que "durante 60 años de mi vida he luchado por otra cosa". "Yo no he sido independentista, y ahora no lo sé. Ya no tengo argumentos contra los independentistas, porque tienen razón. Hay cosas que no pueden seguir como están", concluye.
No obstante, la parte más polémica de su discurso se produjo al afirmar que, si se convocase ahora un referéndum para la independencia de Cataluña, "ahora votaría que sí". "Hace unos años no, y dentro de cinco años no lo sé, pero ahora, sí".
"Al Rey no le gustará lo que estoy diciendo"
"Las independencias siempre tienen algo de salto en el vacío, pero es mejor saltar diez metros a una corriente que ir abocado a un ahogamiento seguro", analiza, observando de la peor manera posible el presente del país.
Pujol concluye la entrevista afirmando que "la conversación me resulta un poco penosa", por la presión de las preguntas de un Évole incisivo como siempre. "Al Rey no le gustará esta conversación, pero es que a mí no me gusta lo que ha pasado en España", añade.