Para la invasión de Irak de 2003, las fuerzas militares de lo que se autodenominó la Coalición enviaron a la zona unos 200.000 combatientes. Junto a ellos, entre las unidades navales desplazadas en el Golfo Pérsico, se desplegó un equipo formado por leones marinos, cuya misión era la de patrullar en torno a los buques estadounidenses y británicos amarrados en los puertos. Después de que en 2000 murieran 17 marinos de EEUU en un ataque terrorista en el puerto yemení de Adén, la Marina consideró por vez primera que había llegado el momento de que estos bigotudos soldados dieran un paso al frente. Se trata de una posibilidad que ahora quiere explotar la Armada española, lo que la convertiría en el segundo cuerpo naval del mundo que se aventura a reclutar mamíferos marinos.
De momento, sólo con leones marinos, a pesar de que EEUU utiliza mucho más a los delfines. "Son como perros", explica el impulsor de la iniciativa, Luis Martín Otero. "Los delfines demandan muchos más cuidados y es mucho más costoso desplazarlos". La idea del coronel veterinario Martín Otero, experto en bioterrorismo, es tener una base fija en el puerto militar de Cartagena, desde la que se desplacen los animales para las misiones que se les encomienden en aguas españolas.
Los leones marinos tienen unas condiciones envidiables para ayudar en tareas específicas a equipos humanos y, según explica la Armada de EEUU, una cuadrilla formada por un animal, una zodiac y dos o tres soldados puede sustituir de manera eficaz a un buque entero con su tripulación, buzos y mecanismos necesarios para apoyarles.
Como expuso Martín Otero en un trabajo para el Instituto de Estudios Estratégicos, los leones y lobos marinos pueden ayudar a detectar minas, ayudar en salvamentos, actuar cuando los buzos no puedan por mala mar e incluso participar en la búsqueda de tesoros hundidos. "Jugarían un gran papel escrutando los muelles en los que va a atracar alguna autoridad, como cuando el Rey está en Mallorca, para prevenir atentados", incide el coronel veterinario. Ya se ha hablado con la Cruz Roja para establecer un convenio de colaboración con ellos, por lo que podrían contar con leones marinos en situaciones difíciles, tan habituales en su día a día en la costa.
Los primeros adiestradores y los leones los pondría el Oceanogràfic de Valencia. Como explica su jefe de servicios veterinarios, Daniel García, se empezaría a trabajar con animales recién destetados de entre las crías que nacen cada año en el centro. Y, "como en el adiestramiento de perros, elefantes, o cualquier otro animal", se darían los pasos necesarios para que, gracias al condicionamiento positivo (premiar el acierto con pescado, juguetes o caricias), estuvieran listos para tareas complejas en mar abierto.
Para García, la experiencia de la US Navy muestra que es "más que factible" lograr de ellos vigilancia en puertos,recuperación de objetos submarinos, como minas o personas, llevar salvavidas a personas en apuros o incluso arrastrar a un socorrista para que alcance su objetivo rápido y sin esfuerzos. "No sé por qué no se ha hecho en otros sitios, puede que a nadie se le haya ocurrido. Tengo entendido que en países del Mar del Norte también se lo están planteando, por las dificultades que tienen en los rescates", asegura el veterinario del Oceanogràfic. "La primera vez que se lo comentamos a la Armada y a la Cruz Roja les pareció una locura", recuerda.
El plan pretende arrancar con cinco animales en 2013, que serían amaestrados para las tareas específicas de su función a lo largo de tres años, cuando estarían listos para tareas menos exigentes. "La idea es hacer visitas a EEUU para tomar nota de sus métodos", explica. El cuidado, análisis y mantenimiento del bienestar animal de estos sabuesos subacuáticos dependería del departamento de Martín Otero, en el Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (Visavet).
Al estar permanentemente analizados en cada una de sus salidas, los animales se convertirían en magníficos biomarcadores del estado del litoral español, mostrando con el examen de su organismo el nivel de salubridad de las aguas.
La infraestructura y logística la aportará la Armada, a través del almirante Fernando García Sánchez, que respalda personalmente la iniciativa ya desde antes de ser nombrado Jefe de Estado Mayor de la Defensa. De momento, el proyecto se encuentra en fase de financiación privada hasta completar los entre 150.000 y 200.000 euros que costaría al año mantener a los animales, adiestradores, logística, etc.
"Comparado con lo que cuesta un helicóptero de salvamento o un avión de rescate es muy poco", explica García. Además, según sugiere el coronel Martín Otero, se podrían obtener financiación a través de otras compañías, como navieras y empresas de transporte marítimo, interesadas en patrocinar el proyecto.