
La sombra de la corrupción acecha a Artur Mas en la recta final de una campaña marcada por las aspiraciones soberanistas. Tanto los populares como los socialistas sitúan "bajo sospecha" a Convergencia Democrática de Cataluña por la trama de las estaciones de las ITV y del expolio del Palau de la Música e instan al president a rendir cuentas sobre la procedencia de la financiación de su partido.
Por este último caso el juez impuso a CDC una fianza de más de tres millones de euros por el dinero desviado a través del Palau de la Música con las adjudicaciones de obras públicas en los Gobiernos de Jordi Pujol, y que el partido de Artur Mas avaló esa cantidad con su sede central de Barcelona.
A tenor del informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía, Convergencia Democrática de Cataluña se perfila como "el gran beneficiario del expolio económico" del Palau de la Música, según el diario ABC. En concreto, el partido podría haber recibido, como mínimo, un total de 5,9 millones de euros entre 2002 y 2008.
Estas cantidades de dinero las habría entregado el presidente del Palau, Felix Millet y su número dos, Jordi Montull, de forma opaca y en efectivo a los responsables de las financias de CDC en aquel tiempo, Carles Torrent y Daniel Osácar. El origen inicial del dinero lo sitúa el juez Josep María Pijuán en el pago de comisiones por obra pública adjudicada a Ferrovial.
Fundación Trias fargas
Además del presunto desvío de fondos de Ferrovial a Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) a través del Palau, habría otras constructoras que podrían haber pagado comisiones a la formación nacionalista canalizadas a través de la Fundación Trias Fargas a cambio de la adjudicación de obra pública. En concreto, entre 2002 y 2008 la plataforma de pensamiento afín a CDC habría recibido de éstas 6,5 millones de euros de donaciones particulares, el 64,9% de su financiación.
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, que recoge en un informe estos datos que este martes revela ABC, evidencia cierta desconfianza sobre que la financiación vía donación sea tan excesiva y menciona expresamente el "entroncamiento" de sociedades, sobre todo, constructoras con los sectores públicos catalanes y como de ahí se derivaron permisos, licencias y adjudicaciones.
El abanico de constructoras que donaron fondos a la fundación Trias Fargas en muy amplio. Tanto constructoras de ámbito nacional como ACS, que habría donado 250.000 euros o Fomento de Construcciones y Contratas que se le atribuyen 159.000. También hay empresas de construcción con implantación autonómica como Rehac SA, Copisa, Tamisa, Bruesa, Nova lloret. Grupo Excover y Construcciones PRH que aportaron un total e 614.000 euros entre todas ellas.
La concesionaria de autopistas Abertis financió a la fundación con 150.000 euros. La misma cantidad pagó igual que el Grupo Ferrer International dedicado a la venta de productos farmacéuticos, químicos y de alimentación.