Cameron defiende la "postura contundente" del Reino Unido y EEUU en Siria

Londres, 11 sep (EFE).- El primer ministro británico, David Cameron, defendió hoy la "postura contundente" adoptada por el Reino Unido y EEUU ante el supuesto uso de armas químicas por el régimen de Bachar al Asad en Siria.

En la sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes, Cameron argumentó que la presión internacional en el conflicto sirio había llevado a un potencial avance diplomático.

El plan ofertado por el Gobierno ruso se produjo después de que el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, dijera en Londres esta semana que Bachar al Asad podría evitar un ataque si entregaba sus armas químicas a la comunidad internacional.

Según explicó hoy el líder conservador, la iniciativa planteada por el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y respaldada por Damasco, no se habría producido sin la determinación de plantar cara ante Asad.

"No estaríamos en esta posición de buscar nuevos caminos para sacar las armas químicas de Siria y destruirlas si no hubiéramos adoptado una postura contundente", afirmó Cameron.

Durante la sesión de preguntas y respuestas celebrada en la Cámara de los Comunes, el líder del partido Respect, George Galloway, reprochó a Cameron que si el Parlamento no hubiera rechazado por votación una acción militar británica en Siria, este país estaría ahora, junto con EEUU "en medio de lo que, según se ha visto, habría sido una guerra totalmente innecesaria".

Como respuesta a esta observación, Cameron defendió su actuación en base al argumento de que se trató de "la respuesta correcta, no arrastrarse ante los dictadores y decirles lo maravillosos que son".

Por su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, pidió hoy al Congreso que posponga el voto sobre un ataque contra Siria para evaluar la propuesta rusa al tiempo que reiteró que es necesario actuar y pidió a sus Fuerzas Armadas estar preparadas.

En un discurso televisado, Obama admitió que los estadounidenses están "cansados" tras una "década de guerra" en Irak y Afganistán, y también aclaró que su país "no es la policía del mundo".

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