La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha sido foco de numerosas críticas después del discurso pronunciado con motivo de la celebración de la tradicional Cridá, fiesta considerada el preámbulo de las fallas. El motivo de la indignación entre ciudadanos e internautas ha sido el dudoso uso del valenciano hecho por la política del PP. Rita Barberá: "Me he quedado en blanco"
Ante 60.000 valencianos y en lo alto de la Torres de Serranos, precisa Levante-EMV, la regidora valenciana quiso esquivar en su discurso la materia económica que el año pasado le supuso cuantiosos pitos, pero no pudo evitar las mofas por su pronunciación del idioma de la Comunitat.
Durante su intervención, Barberá pasó varias veces del valenciano al castellano y viceversa. También se bloqueó en repetidas ocasiones y se inventó palabras inexistentes en valenciano. En un de estos errores, la alcaldesa tomó una pausa para proseguir, momento en el que el público comenzó sus silbatinas.
Uno de los errores de bulto que más se criticó a la alcaldesa, señala El Mundo, fue cuando Barberá confundió el nombre de la propia festividad, a la que se refirió como "sermó" en vez de "cridá".
Sin embargo, el momento del discurso que más ha trascendido después en las redes sociales ha sido el del "caloret". Esta palabra, con la que los valencianos se refieren a sofoco propio del calor estival o previo al verano, fue repetida en sucesivas ocasiones -hasta cinco en la misma oración- por la alcaldesa 'popular'.
En el mismo pasaje del discurso, Barberá se inventó las palabras "llegá" o "bosquem" y no fue capaz de traducir otras al valenciano, como por ejemplo verano (estiu) o "dejeim", que en valenciano es 'deixem' y en castellano significa 'dejemos'.