Esperanza Aguirre ha ganado el primer round a Mariano Rajoy en la pelea interna por el control del Partido Popular en Madrid. La dirección de la formación ha dado su brazo a torcer y acepta que Aguirre deje la presidencia de la federación madrileña sólo si llega a la Alcaldía y tras celebrarse un Congreso, tal y como aclaró ayer Génova en un comunicado y manifestó la propia Aguirre.
La calma chicha llega tras un pulso que se inició el pasado viernes, cuando el presidente del Gobierno le dio una de cal y otra de arena a la expresidenta regional: sería candidata a la Alcaldía de Madrid, pero debía abandonar la presidencia de la federación madrileña del Partido Popular. Una petición que llegó a través de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, tal y como reconoció ayer la propia Aguirre, que respondió a la jugada de Génova con un órdago: "Que pongan una gestora mañana si quieren, y en ese momento que busquen a otro candidato". La candidata a la Alcaldía que no se presentará a una elecciones para que el programa electoral "lo hagan otras personas con las que yo no coincidido".
El compromiso de Aguirre
Ayer las aguas populares volvían a su cauce y Aguirre daba el asunto por aclarado: "Mi compromiso es que si soy alcaldesa no me voy a presentar al próximo Congreso Regional", explicó. Y entrando de lleno en campaña, anunció que si llega al Ayuntamiento de Madrid no piensa "pisar" el Palacio de Cibeles, actual sede del Gobierno municipal, un proyecto del exalcalde Alberto Ruiz Gallardón. En su lugar, aseguró, se trasladará a la antigua sede del Consistorio, en la plaza de la Villa, donde ha estado el Ayuntamiento "toda la vida". Respecto a los impuestos ha prometió "bajarlos todo lo que han subido" y "adelgazar el organigrama" del Ayuntamiento.
Una medida que también apoyó su compañera electoral en Madrid, la candidata regional Cristina Cifuentes, que se mostró ayer partidaria de bajar los impuestos municipales. En su primer acto público tras su designación, Cifuentes explicó que dejará su cargo de delegada del Gobierno a mediados de abril para centrarse en la carrera electoral y no quiso entrar en la polémica interna del partido, una cuestión a la que no piensa dedicar "ni un solo segundo".
Rajoy zanja el asunto
El presidente del Gobierno también ha querido dar por "zanjada" la polémica con Aguirre. Durante su visita a Guatemala ha asegurado que el asunto está cerrado y que el PP tiene en Madrid "dos magnificas candidatas que salen con el ánimo de ganar las próximas elecciones".