Barcelona, 10 abr (EFE).- La presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha negado que ordenara la grabación de su almuerzo en el restaurante La Camarga con la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez, aunque cree que su difusión sirvió para que se abriese el caso contra el primogénito del expresidente catalán.
En la comisión de investigación del fraude fiscal del Parlament a raíz del caso Jordi Pujol han comparecido hoy Sánchez-Camacho, Victoria Álvarez y la exgerente del PSC Lluïsa Bruguer.
La comparecencia de José Zaragoza, exsecretario de Organización del PSC, y el exdirector de la agencia de detectives Método 3 -que hizo la grabación-, Francisco Marco, se han aplazado para lunes.
En una intervención de cinco horas, Sánchez-Camacho ha dicho que no sabe quién ordenó la grabación de su conversación con Álvarez, que esa grabación está "manipulada", que sólo le ha generado "perjuicios" y que no conocía a la agencia de detectives Método 3. "Lo reiteraré hasta que me muera", ha subrayado.
Ha señalado que su comparecencia ha querido ser utilizada por sus adversarios como una "cortina de humo" para tapar los casos de corrupción que afectan a CDC y a la familia Pujol.
Al margen de la autoría, la líder del PPC cree que la difusión de la grabación fue lo que al final permitió abrir el caso contra Jordi Pujol Ferrusola, pues provocó, ha dicho, la entrega "determinante" de documentación de una colaboradora de éste en Argentina.
Leyendo entonces un artículo de "un día después de la imputación de Jordi Pujol Ferrusola", Camacho ha explicado que los inspectores del caso tuvieron "ayuda" de una mujer que colaboró "muy estrechamente" con Jordi Pujol hijo en sus negocios en Rosario.
Según Sánchez-Camacho, esa testigo manejaba algunas sociedades del primogénito de los Pujol para inversiones en Argentina y una vez que ésta conoció la existencia de la comida hizo llegar a Álvarez -"con la que se sintió en parte muy identificada", ha apuntado- la información de la que disponía.
Posteriormente, ha apuntado, aportó la comunicación directamente a los investigadores sobre las actividades de Jordi Pujol hijo en Argentina, a través de la Fiscalía Anticorrupción, datos que "llamaron la atención del magistrado instructor, como revela el hecho de que incluyera estos datos y documentos referidos como determinantes en el auto de instrucción contra Jordi Pujol Ferrusola".
Sánchez-Camacho, arropada por gran parte de su grupo, ha explicado que no acudió a denunciar lo que le dijo Álvarez porque, tras consultarlo con sus abogados, éstos concluyeron que eran "vaguedades" y no disponían de suficientes pruebas "fehacientes".
Esas afirmaciones las ha rebatido Victoria Álvarez, que en su comparecencia ha acusado a la líder del PPC de "tirar pelotas fuera" y "liar la película", asegurando que gente implicada en el caso señala que la senadora sabía de la grabación, de la que sí que ha exculpado al jefe de gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas.
Ha apuntado que Sánchez-Camacho y Zaragoza decidieron montar la grabación en La Camarga que luego se manipuló eliminando partes.
Tras acusar a Sánchez-Camacho de no denunciar las presuntas irregularidades de la familia Pujol que le contó, Álvarez ha asumido sus responsabilidades por no haberlo hecho ella años antes del almuerzo en La Camarga, cuando, siendo aún pareja de Pujol Ferrusola, descubrió, según su relato, 400.000 euros en billetes en el maletero de su coche cuando ambos viajaban de Andorra a Madrid.
Álvarez ha justificado que no denunció entonces este presunto blanqueo por "miedo", pero ha explicado que, tras la difusión del encuentro de La Camarga, sí que fue a testificar todo lo que sabía.
Un temor que ha justificado no solo porque su expareja era hijo de quien era, sino porque es una persona que "levanta la mano fácilmente", es "agresiva verbalmente y en la forma de ser".
Y ha avisado que en breve podría obtener pruebas que demuestren que "presuntamente" la herencia de los Pujol procede de Banca Catalana: "Sé nombres -que no ha revelado- pero se están investigando. La policía judicial y la UDEF tienen muchos datos e imagino que irán saliendo".
También ha declarado la exgerente del PSC Lluïsa Bruguer, que ha dicho no tener nada que ver con la grabación y que no se pagó ninguna factura a Método 3 y que, aunque ella nunca tomó "decisiones políticas", no le consta que se espiara otros partidos.