Así ha sido el discurso completo. El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, toma las riendas del partido tras el fiasco del 24M y de cara a las elecciones generales: presidirá las reuniones del comité de dirección en Génova 13, su jefe de gabinete dirigirá la campaña electoral de las elecciones y suelta lastre con Floriano y González Pons. Moragas, la sombra y el cicerone de Rajoy.
Rajoy ha decidido mantener como secretaria general a María Dolores de Cospedal, pero prescinde de Carlos Floriano, hasta ahora vicesecretario general de Organización. Su puesto será ocupado por el presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maíllo, cuya declaración como imputado por los créditos de Caja España fue aplazada a finales de mayo.
También ha sido nombrado vicesecretario de comunicación, Pablo Casado, quien ha tenido esa responsabilidad en los últimos meses, aunque sin ser nombrado oficialmente. Javier Maroto será, además, responsable de la Sectorial. También sale del equipo de dirección, Esteban González Pons, cuyo puesto en la vicesecretaría de Estudios y Programas lo ocupará ahora por la catalana Andrea Levy. Se mantiene el veterano Javier Arenas como vicesecretario de Autonomías y Ayuntamientos.
Rumbo a las generales
"Tenemos que ganar las generales y con claridad, es nuestra obligación, para evitar dar marcha atrás en nuestro trabajo", ha avisado Rajoy a sus fieles. "Yo voy a implicarme mucho más en el partido, voy a presidir desde ahora las reuniones del Comité de Dirección, voy a estar más presente. Ahora todos tenemos que salir más, estar más presentes".
Además, habrá una conferencia política el 11 y 12 de julio para cimentar el programa y Jorge Moragas dirigirá la campaña de cara a las generales.
Rajoy también ha dicho que tiene la intención de presentar los Presupuestos Generales de 2016 antes de finales de septiembre, en un mensaje cifrado a los que hablan de un adelanto electoral.
Respecto a las catalanas del 27S, Rajoy ha subrayado su carácter autonómico ("si se convocan, serán autonómicas y nada más"), antes de avisar a Artur Mas de que no vulnerará el orden constitucional.
La crisis y la corrupción
"El verdadero bipartidismo no ha desaparecido, pero sí ha visto reducido su peso", ha señalado Rajoy, antes de admitir la fragmentación de voto y la dificultad para conformar pactos estables de gobiernos, como sucede tras el escenario del 24M.
"Nuestros resultados han sido malos en pérdida de votos y aún peor en pérdida de poder institucional", ha señalado Rajoy, tras admitir que la izquierda se ha movilizado. "El PP ha estado muy cerca de poner gobernar en ciudades como Madrid o Valencia, con un concejal más y si Ciudadanos hubieran respetado la lista más votada hubiera valido", ha señalado. "Debemos estar a la altura de lo que somos", ha precisado Rajoy.
"Nuestro voto se ha perdido por el centro y por la abstención", ha sentenciado Rajoy, para luego señalar las causas del apoyo perdido. "Hemos pedido mucho esfuerzo a los españoles y solo ahora se empiezan a ver los resultados", señala como primera motivo, tal y como hizo tras la última cita con las urnas, en un discurso no demasiado autocrítico. Además, "hemos pagado un precio muy alto por la corrupción de algunos que considerábamos nuestros compañeros".
De esta forma, y por encima de la comunicación, desgaste y un largo etcétera, Rajoy señala dos causas de sus malos resultados: las consecuencias de la crisis económica y la corrupción, algo esto último novedoso en un discurso que pasaba de soslayo este tema. "Nos podemos equivocar pero en suma hemos hecho lo que debíamos", ha zanjado.
Aún falta el Ejecutivo
Casi 21 días después de que abriera la puerta a realizar cambios tras el 24M, el también presidente del Gobierno ha ratificado este jueves en la Ejecutiva Nacional del PP sus modificaciones.
El Comité Ejecutivo Nacional, abierto excepcionalmente a los medios de comunicación, es el órgano que tiene "la competencia" de nombrar a los secretarios generales, a los vicesecretarios generales, a los coordinadores, a los secretarios, al tesorero y a los presidentes de los comités de Derechos y Garantías y de los comités electorales, tal y como recogen los Estatutos del PP.
Entretanto, la cuarta crisis de gobierno de Rajoy tiene otro recorrido, por lo que aún tendrá que esperar. La ratificación de los cambios en el Consejo de Ministros se trata de una prerrogativa en exclusiva del presidente del Gobierno, cuyo único condicionante pasa por comunicárselos previamente al rey Felipe VI, con quien participó ayer en la reunión del Patronato de la Fundación Carolina en el Palacio de la Zarzuela. Rajoy, sin embargo, negó haber tratado este asunto con el monarca.