El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, auguró la semana pasada que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no se limitaría a hacer "cambios cosméticos" ni en el Ejecutivo ni en el PP.
Ayllón salió escaldado porque, en efecto, las modificaciones fueron mínimas y defraudaron, y, además, sus palabras sentaron mal en el sector de los productos de belleza.
Hasta el punto de que su patronal envió una carta al Grupo Popular en el Congreso quejándose de que se asocie su negocio con la "carencia de valor".