Si a alguien se le ocurrió pensar que el eterno ruido de sables en el Partido Socialista de Madrid (PSM) quedaba silenciado con la destitución de Tomás Gómez el pasado febrero es que no conoce a los socialistas madrileños. La caída en desgracia del otrora líder díscolo no hizo más que abrir un convulso periodo en el que la dirección regional (gestora primero, Sara Hernández después), y sobre todo Ferraz, tratan de apagar torpemente los rescoldos de una hoguera difícil de controlar. El último golpe de extintor, la destitución de Antonio Miguel Carmona como portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid. Un guantazo al 'último tomasista' que podría convertirse en un boomerang para Pedro Sánchez y los suyos.
Porque Carmona no venderá barata su piel. El movimiento, sin duda pilotado desde la dirección federal y ejecutado por la flamante secretaria general del PSM, Sara Hernández, dibuja un escenario en el que el exportavoz, muy próximo a Tomás Gómez, puede sacar ventaja política. O, al menos, configura una situación en la que el profesor de Economía no partirá en desventaja. Si en Ferraz buscaban tranquilidad y distancia con Podemos de cara a las generales, puede que hayan sembrado tempestades. Sobre todo porque Carmona ya ha anunciado batalla. Estas son algunas de las razones para pensar que el tomasismo seguirá siendo una china en el zapato del PSOE oficial.
Los apoyos: Un grupo municipal dividido
A Antonio Miguel Carmona aún le quedan apoyos. La votación para destituirlo como portavoz, consumada a última hora de este lunes, ilustra la división existente no solo en el PSM sino también en el propio grupo municipal. De los nueve concejales del PSOE en el consistorio madrileño, cinco -tres en la ejecutiva regional, entre ellos la nueva portavoz Purificación Causapié- optaban por "acatar" la decisión de la dirección.
Sin embargo, en contra han votado el propio Carmona, Mar Espinar, secretaria de Organización de la agrupación en la que milita el ya exportavoz socialista; y José María Dávila, que fue uno de los mayores apoyos de la campaña del diputado Juan Segovia frente a la ahora líder Sara Hernández. El otro concejal, Ransés Pérez, se encontraba fuera de Madrid y no ha podido participar en la reunión pero en el grupo municipal se da por hecho su apoyo a Carmona.
Los medios: luces, cámaras, acción
Antonio Miguel Carmona no solo es un simple concejal del Ayuntamiento de Madrid. Es, con el permiso de Esperanza Aguirre y Manuela Carmena, el rostro más conocido del consistorio madrileño y sin duda uno de los políticos con mayor presencia mediática. Tertuliano habitual en espacios de máxima audiencia, el profesor universitario despierta mucho interés a pie de calle y podría decirse que no deja indiferente a nadie, últimamente a raíz del sostenimiento del gobierno de Manuela Carmena en Madrid.
Para muestra un botón. La rueda de prensa convocada por él mismo este lunes y en la que explicó las razones de su cese ha sido el acontecimiento político de la semana. Seguramente no será la última. Carmona marca agenda. Y en Ferraz lo saben.
El relato: justicia y amistad
El relato de los acontecimientos construido por Antonio Miguel Carmona apela a la justicia y a la amistad, dos conceptos que sin duda juegan a su favor. En su comparecencia de este lunes, Carmona desveló que desde la dirección del PSOE le habían ofrecido un puesto de senador con la condición de quitarse de en medio y salir del ayuntamiento. Lo rechazó porque él "se debe a los votantes madrileños". "Dije que no porque no tengo precio. Los que ponen un precio a los demás sí lo tienen", espetó Carmona, antes de anunciar que platearía que fuera la militancia la que decidiese sobre su futuro.
Además, recalcó su "amistad" con Tomás Gómez, el líder por el que Carmona ponía "las dos manos en el fuego". Tanto en Ferraz como en la sede de la federación socialista madrileña se ha producido una especie de 'déjà vu', cuando el entonces líder del PSM fue retirado de forma fulminante de su cargo. De hecho, Carmona y Gómez se han visto todavía más hermanados por los motes que les aplican sus correligionarios: Hiroshima y Nagasaki.
Los números: si yo me voy, que se vayan otros
Las razones esgrimidas por la dirección regional para destuir a Carmona residen en "los malos resultados electorales" y en la "inconsistente" oposición a Manuela Carmena. Sin embargo, el exportavoz ha tirado de números: "Es un argumento falaz, falso y cobarde, el PSOE ha cosechado los peores resultados de su historia en las municipales, si me tengo que ir, tendrá que irse Pedro Sánchez".
Además, también ha cargado contra Sara Hernández, alcaldesa de Getafe (con los votos de Ahora Getafe e Izquierda Unida) y nueva secretaria general madrileña con la bendición de Pedro Sánchez: "También hemos obtenido en Getafe el peor resultado de toda la historia".