Política

La UE insiste a Turquía en su deber "moral y legal" de acoger refugiados

Amsterdam, 6 feb (EFE).- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea recordaron hoy a Turquía que tiene el deber "moral y legal" de acoger a los refugiados sirios que huyen de Alepo y se concentran en su frontera, y que la ayuda financiera que la UE le concederá va dirigida precisamente a que tenga los medios para ello.

Los ministros concluyeron hoy una reunión de dos días con un extenso debate sobre la crisis migratoria y de refugiados al que invitaron a sus homólogos de Turquía y de los países de los Balcanes, por donde transita gran cantidad de los demandantes de asilo que intentan llegar a Europa.

"Hay un deber moral y legal de proteger a los que necesitan protección internacional, demandantes de asilo. Es incuestionable que la gente que viene de Siria son sirios que necesitan protección internacional", enfatizó en una rueda de prensa al término de la reunión la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini.

Señaló que se abordó con el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, la situación en la frontera turco-siria, donde se concentran unas 15.000 personas que han salido en los últimos días de la castigada ciudad siria de Alepo.

"El apoyo que la UE está proporcionando a Turquía, entre otros países, está dirigido exactamente a garantizar que tenga los medios, instrumentos y recursos para proteger y albergar a personas que buscan asilo", puntualizó en referencia a los 3.000 millones de euros que Bruselas desembolsará a Ankara para que atienda y contenga a los refugiados en su territorio.

Por su parte el ministro holandés, Bert Koenders, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, dijo "a la gente que está en situación de emergencia humanitaria se le tendría que dejar pasar".

"Hay un principio internacional de no rechazo, un imperativo humanitario", comentó Koenders, quien reconoció que puede haber "preocupaciones por la seguridad", consideró que "debería ser prioritario atender a personas que huyen de bombardeos horribles".

Por su parte, Cavusoglu dijo a la salida del encuentro que "aún mantenemos la política de fronteras abiertas para estas personas que huyen de la agresión del régimen (del presidente sirio, Bachar al Asad) así como de los ataques aéreos de Rusia", y afirmó que ya han recibido a 5.000 y que "otros 50.000 ó 55.000 están de camino".

En paralelo, Mogherini y diferentes ministros valoraron la decisión de Turquía de facilitar permisos de trabajo a los refugiados que alberga y de conceder visados a países como Irak.

Turquía "es plenamente consciente de que el asunto es un reto" y mantiene un "pleno compromiso", explicó a Efe el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores en funciones, Ignacio Ybáñez.

"El poder tener una discusión sobre un tema tan importante como es la inmigración con los países candidatos, es sin duda una buena señal y es la buena vía para trabajar", subrayó.

En la reunión también se abordó la gestión de los refugiados de Grecia, acusada directamente por el ministro Húngaro, Péter Szijjarto, de "no estar preparada o no ser capaz" de proteger las fronteras exteriores de la UE, en especial con Macedonia.

"Hemos conversado con el ministro griego sobre el estado de la situación. Se ha vuelto a comprometer con el establecimiento de los centros" donde son registrados los demandantes de asilo, dijo Mogherini, quien añadió que "es muy comprensible el hecho de que los retos logísticos, dada la geografía de Grecia, y el flujo (de refugiados), que es masivo, son considerables".

Koenders también mostró comprensión al señalar que "Grecia ha experimentado un flujo masivo de inmigrantes, el número más alto que cualquier Estado miembro hubiera podido gestionar por sí solo".

"Tenemos que apoyar a Grecia para que trate con ello; tenemos que reforzar la capacidad del Gobierno griego para recibir y registrar a los inmigrantes y procesar las peticiones de asilo", agregó.

Por su parte, el ministro griego, Nikolaos Kotzias, afirmó que su país hace "más que suficiente" con los medios de que dispone

Ante medidas como la instauración de límites de entrada diaria de refugiados (como ha anunciado Austria), la construcción de vallas, el incremento de controles en las fronteras o la devolución de refugiados, Koenders dijo entender su "urgencia" pero dejó claro que la gestión debe partir de un "enfoque europeo".

"Las preocupaciones por la gestión de nuestra frontera están creciendo, y corremos el riesgo de seguir aumentando la brecha entre los Estados miembros si no mostramos solidaridad y unidad", apuntó.

"Las soluciones tienen que ser europeas", subrayó Ybáñez, quien descartó que deban pasar por "desmontar los grandes éxitos de la UE, entre ellos el acuerdo (de libre circulación de personas) Schengen, sino al contrario, por reforzarlos".

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