
Muchos son los requerimientos que los de Pablo Iglesias están haciendo para empezar a hablar con el PSOE, aunque más de un analista político da por hecho que el acuerdo entre socialistas y Podemos está hecho desde hace tiempo. Cierto o no, este martes el líder de la formación morada volvía a representar el juego de la política que consiste en hacer valer que 'quien menos tiene que perder, más fuerza tiene para pedir'. Iglesias sabe perfectamente dónde está.
¿En tu casa, o en la mía? Parece que PSOE y Podemos no se ponen de acuerdo en las formas. Se envían piropos, sms, llamadas telefónicas, dicen de sus documentos que suenan bien, acaso algunos retoques, algunas concesiones, menos referéndum y menos déficit... pero en definitiva, nada determinante que impida firmar pactos de Gobierno, más allá del reparto de cargos y ministerios que tanto molestan al partido socialista cada vez que Pablo Iglesias se pone delante de un atril y se enciende el piloto rojo del micrófono.
Por el momento, el documento ejecutivo de Podemos ha provocado más sarpullidos entre los medios de comunicación que entre las filas socialistas. Mientras los editoriales de todo signo se preguntan por las verdaderas intenciones de Iglesias, e intentan descubrir el grado de participación de éste en un Gobierno presidido por Pedro Sánchez, los de Ferraz parecen perdonar al hermano menor de la izquierda, regañándole por tener caprichos como 15 ministerios, una vicepresidencia, el control del CNI, del BOE, un gasto público a mayores de 24.000 millones de euros y, para rematar, un referéndum vinculante en Cataluña. De hecho, aparte de espetar a Iglesias no saber "dónde está", de inmediato tendieron la mano, porque entienden que hay muchos puntos en común entre PSOE y Podemos y "los votantes no entenderían" que entre socialistas y podemitas no se sellase un acuerdo para "echar al PP" de las instituciones.
Pero la cuerda sigue tensa. Podemos quiere hacer visible el poder de sus votos. Sabiendo que el tiempo corre para Sánchez, asegura que solo negociará con el PSOE si Sánchez cita a Iglesias para hablar del documento de máximos de los podemitas, y además deja definitivamente fuera de las negociaciones a Ciudadanos.
Para muchos estudiosos de la materia, el principal plan de Pablo Iglesias es "machacar a Pedro Sánchez". Fuentes del partido han hecho saber a EcoDiario.es "el desprecio intelectual" que Podemos siente por el candidato Sánchez, pese a que Iglesias diga en ruedas de prensa que le gustaría que este fuera su presidente.
Pero en el PSOE hay más que recelos. Vibraciones negativas en lenguaje ciclista. El lunes, más de un dirigente pensaba que la intención de Iglesias no es precisamente la de llegar a acuerdos. En este sentido, Victoria Prego avisa desde su columna de El Mundo y rubrica que pese a "la obrilla de teatro Podemos cederá y se irá con el PSOE, y luego lo deglutirá". Y pregunta la veterana periodista, "¿Pedro, sabes dónde estás?". Casimiro García-Abadillo apostilla desde el mismo rotativo: "Pedro se va a tirar en plancha a un acuerdo con Podemos". Y Antonio Elorza, en El País, añade que "el PSOE se desliza a Podemos".
El plan B del PSOE
Ante estas aguas movedizas, y la alta dosis de misterio, Público recoge el testimonio de fuentes de la dirección del PSOE confirmando que en la formación socialista ya se barajaba este escenario de juego teatral de Podemos, a quien más que a nadie -escribe John Müller en El Español- le favorecen unas elecciones generales, pues goza de una suerte de Batna: best alternative to negotiated agreement (la mejor alternativa a un acuerdo negociado).
Para Ferraz aún hay partido y espacio para la negociación, pero ven claro, como Müller, que Podemos desea unas elecciones generales o al menos es la llave de presión con la que cuentan. De hecho, añade Público, los hombres de Sánchez siempre han tenido un plan B: es decir, ir a unas elecciones, que evidentemente el PSOE no quiere, pero entonces forzarían a Podemos a que sea quien explique por qué dicen no a un Gobierno socialista. Pues bien, esta última incógnita ya ha sido despejada por Podemos. Votará 'no' en la investidura de Sánchez si es para formar un Gobierno del PSOE en solitario.
No obstante, el PSOE confía en obtener mejores resultados que el 20D, y creen además que su líder, Pedro Sánchez, podrá mantener su liderazgo en el partido de celebrarse elecciones. Por otro lado, recuerdan que las confluencias están muy divididas, y según ellos, Podemos se está debilitando.
Pero Iglesias es muy hábil a la hora de dirigir la iniciativa política y sabe darle la vuelta al calcetín del programa si fuera necesario para lograr un objetivo. Sabe, como sustenta Müller, que su Batna es crucial. "Mientras mejor sea la alternativa de una de las partes al fracaso (PSOE), mayor será su poder (Podemos)". Así pues, la mejor Batna en este momento es la de Podemos, que "es el partido que está en tendencia alcista en intención de voto". Dicho esto, Sánchez está en manos de Iglesias. Otra cosa es que la propuestas económicas de Iglesias no tengan pase en Bruselas, lo que ya ha experimentado su homólogo griego Tsipras.