El caso de José Bono, expresidente de las Cortes, exministro y expresidente de Castilla-La Mancha, "sin ser excepcional, es uno de los que ha superado ampliamente el margen de tiempo, pues aunque el próximo mes de septiembre se cumplen cinco años desde que abandonara su carrera política, sigue manteniendo su seguridad a cargo de la Guardia Civil". Así lo ha denunciado este lunes la Asociación Unificada de la Guardia Civil.
La AUGC, a través de un comunicado, destaca que los guardias civiles que protegen a Bono trabajan en unas "pésimas condiciones", ya que están ubicados en una "desvencijada garita".
En concreto, estos agentes no tienen "ni un mal frigorífico" para tomar "agua fresca", algo que la asociación denunciante considera necesario después de que se haya desmontado recientemente de la garita el aire acondicionado que se había instalado.
Según AUGC, la situación de estos miembros de las Fuerzas de Seguridad, "además de ir en contra de la propia Ley de Riesgos Laborales de aplicación en la Guardia Civil, supone un auténtico desprecio hacia la dignidad de los agentes que cuidan de la seguridad de este privilegiado expolítico".
Solo seis meses
Al mismo tiempo, esta asociación de la Benemérita argumentó que "la escolta y seguridad por parte de las fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a altos cargos públicos se mantiene unos seis meses después de que estos abandonen su puesto, prolongándose en algunos casos hasta un año y medio".
Sin embargo, estos agentes destacan que "el caso de José Bono, sin ser excepcional, es uno de los que ha superado ampliamente este margen de tiempo, pues aunque el próximo mes de septiembre se cumplen cinco años desde que abandonara su carrera política, sigue manteniendo su seguridad a cargo de la Guardia Civil".
Al mismo tiempo, la AUGC argumenta que, como consecuencia de la crisis, el número de agentes de la Benemérita se ha visto muy reducido, al no existir apenas plazas en las promociones de los últimos años.
Esta asociación destacó que solamente en el periodo 2010-2012, la provincia de Toledo, donde tiene su domicilio Bono, el Instituto Armado perdió 50 efectivos. La AUGC añadió que conoce este dato gracias a la respuesta a una pregunta parlamentaria realizada en 2014, aunque esta cifra debe ser "notablemente mayor".