El fiscal anticorrupción Pedro Horrach inició su informe final en el juicio del 'caso Nóos' arremetiendo duramente contra el juez José Castro -que instruyó la causa durante más de cinco años- y el sindicato Manos Limpias, única acusación que reclama pena de cárcel para la infanta Cristina, y ha acusado al magistrado de haber construido un "andamiaje sobre conjeturas y sospechas de gran calado y aplauso mediático" para sentar en el banquillo a la exduquesa de Palma.
Durante su intervención, que arrancó pasadas las 9:20 horas, Horrach ha criticado que la instrucción de la causa se convirtiera en "persecución" y durante la misma se primase "la apariencia de la justicia por encima de la justicia". Y todo ello en base a "malabarismos jurídicos retorcidos y engañosos" y la utilización del "fraude de ley" por parte de Manos Limpias para mantener acusada a la hermana del Rey Felipe VI.
El representante del Ministerio Público ha llegado incluso a alertar del "riesgo de convertir el estado de derecho en un reino de taifas procesal" y ha recriminado que, en el actual sistema penal, no puede haber resoluciones que cobijen convicciones personales" como, a su juicio, ha efectuado Castro. En esta línea, el fiscal ha reprochado que, en una de sus resoluciones, el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma llegase a señalar que "se desconoce por qué se deja al margen a Cristina de Borbón" en los numerosos informes que la Agencia Tributaria aportó a la causa, planteando así "dudas de tal calibre" que "la lógica implica que debiera haber solicitado aclaraciones al respecto o utilizar los mecanismos legales" pertinentes, "pero no hizo ni lo uno ni lo otro".
"Todo crimen"
"Todo crimen". Así ha resumido Horrach el papel de la infanta Cristina según quienes la han llevado al banquillo de los acusados en el marco del 'caso Nóos'. Unas acusaciones "saturadas" además de "elementos ornamentales que provocan tal asombro" que han llevado al representante del Ministerio Público a acudir a Émile Zola y a una de las proclamaciones de su 'Yo acuso': "¡Cuánta vaciedad!".
"Es Infanta de España, crimen; es licenciada en Ciencias Políticas y trabajadora en La Caixa, crimen; en una ocasión visitó la sede del Instituto Nóos para recoger a su marido, crimen; tiene una sociedad junto a su cónyuge: crimen; no se turba ante las preguntas del instructor: crimen; ni un solo testigo le ha incriminado, crimen. Todo crimen. Siempre crimen", ha espetado Horrach al término de la exposición de su informe final en el juicio del caso Nóos, que se ha prolongado durante casi cuatro horas.
A juicio del fiscal, la instrucción de la causa ha supuesto varios años "perdidos en arrabales de lo que fue una sospecha desquiciada por algún medio de comunicación".
Sobre el papel de la Fiscalía, Horrach ha aseverado que sus miembros "no necesitan blindar nuestra independencia", puesto que "ya somos independientes o se supone que lo somos". Del mismo modo, ha apelado a la necesidad de velar por la defensa de la imparcialidad de jueces y fiscales así como "por la uniformidad en la aplicación de la Ley".
Tal y como ha recalcado, las decisiones judiciales deben adoptarse al margen "de las conjeturas que nutren los medios de comunicación" y, en este sentido, ha lamentado que "si de algo adolecen algunos es de su condicionamiento mediático", en alusión a Castro. "Una cosa son las pruebas y otra, aceptar los juicios paralelos", ha remachado.
El fiscal ha iniciado sus alegatos después de que la presidenta del tribunal haya puesto en conocimiento que, previsiblemente, el juicio quedará visto para sentencia el próximo día 22.
Las implicaciones
Durante su intercención, Horrach ha señalado también que ni la infanta ni su exsecretario personal Carlos García Revenga, como tampoco el asesor del Instituto Nóos Miguel Tejeiro, realizaron actividad alguna en la entidad pese a los cargos que ostentaban en la junta directiva de la misma. "Ni estaban, ni se les espera", ha remarcado.
En este sentido, el representante del Ministerio Público ha arremetido contra el exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, quien pese a cargar durante la instrucción de la causa contra el papel de todos ellos, "no ha aportado ni una sola prueba que acredite la participación" de los tres exintegrantes de Nóos.
A juicio de Horrach, la táctica de Torres durante la instrucción de la causa se ha basado en "el juego de las apariencias, en crear cortinas de humo y en desviar la atención con cientos de documentos", lo que en su opinión ha amparado "simples maniobras de prestidigitación".
De hecho, ha resaltado cómo a lo largo del caso Urdangarin ha señalado a Torres como el "cerebro" de una trama empresarial dirigida a apoderarse de los fondos de las Administraciones públicas, respondiendo a su vez Torres con"remesas continuas de correos y documentos a efectos de acreditar que Urdangarin colideraba el grupo junto a él".
Lo cierto, ha manifestado el fiscal, es que el Instituto Nóos se presentaba ante las instituciones "como una especie de ONG" en la que el exduque servía "de gancho", y cuyas empresas satélite "se hayaban bajo el dominio efectivo" de ambos exsocios. Al respecto, ha aseverado que ninguna de las entidades del entramado tenía vida propia -ésta era "nula" y se reduce a las juntas en las que se renovaron cargos- mientras que su "intercambiabilidad era patente".