Política

Los dos bandos en liza por el poder llevan al PSOE al borde de la escisión

  • Sánchez resiste y mantiene que los militantes voten
  • Díaz defiende que el Congreso socialista se posponga
Sánchez, abandonando anoche la sede de Ferraz. Imagen: EFE

El choque de legitimidades en el PSOE amenaza con llevar al partido a la escisión definitiva. La guerra civil socialista, centrada en cuándo debe celebrarse el Congreso que elija a la nueva dirección -lo antes posible o cuando haya Gobierno- se recrudece en vísperas del Comité Federal de un partido abierto en canal. Pedro Sánchez y su equipo mantienen el pulso e insisten en que la militancia vote ya: confirman las primarias el 23 de octubre y adelantan tres semanas -al 12 y 13 de noviembre- el Congreso Extraordinario que debe decidir la nueva dirección del partido. EN DIRECTO | Crisis interna en el PSOE.

En el otro lado, los amotinados, no conceden ninguna autoridad a esa decisión ni reconocen a la actual Ejecutiva y reclaman la convocatoria de la Comisión Federal de Ética y Garantías para que ejecute el cese de toda la Ejecutiva, incluido Pedro Sánchez y nombre a una gestora al frente de la formación.

Para cerrar el círculo de autodestrucción, la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, que dirigió en la sombra el movimiento para derrocar a Sánchez, echó más leña al fuego para recordar que "el PSOE no es patrimonio sólo de sus militantes, también lo es de cientos de miles que nos han dado sus votos" y pidió que el Congreso no se celebre hasta que haya Gobierno, y unas primarias que no obedezcan "a intereses personales".

Crisis de legitimidad

Es decir, ninguna de las partes reconoce la autoridad de la otra enmarañando un conflicto que puede acabar en los tribunales. Ayer abrían fuego los críticos hacia las 10.30 horas de la mañana. Verónica Pérez, presidenta del Comité Federal del PSOE y mano derecha de Díaz, se presentaba en la sede de la calle de Ferraz como la "única autoridad que existe en el PSOE" en este momento. Pérez proclamó desde la calle -los medios no pudieron acceder a la sede del PSOE- que Sánchez ya no ostenta ningún cargo y lo acusó de "atrincherarse".

La dirigente socialista reclamó que se reuniera la Comisión Federal de Ética y Garantías. Aunque Pérez pudo acceder al edificio no pudo pasar del hall de entrada, donde estuvo esperando dos horas. Allí fue recibida por el gerente, Gregorio Martínez, que recogió el escrito aportado por el sector crítico.

La enviada de Díaz abandonó la sede sin poder ver a nadie del equipo de Sánchez, que ya estaba reunido con su equipo.

Su petición fue ignorada en Ferraz, donde la presidenta de esa Comisión, la vasca Isabel Celáa, se negó a convocarla. Ayer emitió un comunicado en el que señaló que "Verónica Pérez ha hecho este lla- mamiento de manera unilateral sin contar con el resto de componentes de la Mesa de este órgano federal". Según los estatutos del partido socialista, la Comisión de Garantías solo puede ser convocada por el secretario, a instancias de la presidenta, pero ninguno de ellos lo ha hecho.

En respuesta, tres miembros de la Comisión de Garantías críticos con la dirección del partido registraron horas después un escrito en el que reclaman la convocatoria urgente de este órgano. Si no, advirtieron, emitirán una "opinión fundada en Derecho" sobre la situación del partido tras la dimisión de 17 miembros de su Ejecutiva.

Los 'fieles'

Los dirigentes que siguen junto al secretario general acudieron a la reunión de la Ejecutiva, que tuvo lugar con 16 de los 18 miembros que no han dimitido.

Tras el encuentro, que duró alrededor de cuatro horas, la Comisión Ejecutiva del partido reafirmó sus planes y adelantó el Congreso, que pasa a ser de carácter extraordinario y se celebrará previsiblemente el fin de semana del 12 y 13 de noviembre. El hecho de que sea extraordinario (y no ordinario como se preveía inicialmente) implica que no se puede modificar sobre la marcha el orden del día. Poder decidir sobre ese punto es clave en estos momentos. De momento, y tal y como fue convocado ayer, su objetivo será únicamente convocar un Congreso Extraordinario para "elegir un/a nuevo/a Secretario/a General y una nueva CEF". Es decir, no se debatirá sobre qué rumbo debe tomar el partido ni sobre las opciones de gobernabilidad del país.

En ese sentido, a última hora del día, el sector crítico anunció que llevará a la reunión del sábado el informe de Garantías para forzar una gestora e intentar someterlo a votación. Según informó Ep, este bando del PSOE cree que tiene mayoría suficiente para tumbar el orden del día que proponga la Ejecutiva de Sánchez, a la que ya no reconocen y para validar el informe que realice la Comisión de Garantías.

Esto implica que cuentan con un tercio de firmas de los alrededor de 300 miembros del Comité, que son las necesarias para forzar un nuevo punto en el orden del día y, por tanto, votar el órdago definitivo: una moción de censura.

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