El Congreso ha aplazado la votación para elegir nuevo presidente de la Comisión de Exteriores al exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, tras la petición del PP, que se ha visto obligado a hacerlo tras el cambio de opinión del PSOE. Los socialistas iban a votar en blanco en base al acuerdo del reparto de comisiones, pero en el último momento han asegurado que al no ser "el candidato idóneo" lo mejor era que el PP se replantease el cargo. De no hacerlo, el PSOE amenazó con votar 'no' e incluso con presentar un candidato alternativo.
Así, el PP se ha visto obligado a paralizar la votación y abrir un periodo de reflexión para que, aseguran, el PSOE "reflexione" y vuelva al acuerdo inicial de reparto de las presidencias de las comisiones acordado al inicio de la legislatura. Según fuentes socialistas, se trataría de un pacto alcanzado entre ambos la noche del martes al miércoles.
¿Retirada o aplazamiento?
Pero la polémica va más allá. Las fuentes citadas del PSOE lo presentaron como una retirada de la candidatura, cosa que negaron terminantemente fuentes del Grupo Popular, puntualizando que no se retira en absoluto. Una posición, la de los socialistas que también ha defendido Podemos, que ha pedido un informe sobre la idoneidad del candidato y ha dejado entrever que apoyaría a un candidato alternativo del PP. Algo que también haría Ciudadanos.
Pero para el PP solamente se aplaza la votación hasta que el PSOE vuelva al acuerdo de comienzo de la legislatura según el cual todos los presidentes de comisión serían elegidos por unanimidad fuera cual fuera el candidato, una vez repartidas las presidencias entre los grupos parlamentarios. En este sentido, ha avisado al Gobierno y al PP de que está "dispuesto a presentar un candidato alternativo".
Por su parte, el propio exministro ha avanzado que hablará con el PP y con el grupo parlamentario para ponerse a su disposición, pues no quiere que su posible designación como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores cause problema alguno a las filas populares. "Estoy hablando con mi grupo parlamentario y estoy a lo que determine", ha afirmado Fernández Díaz en los pasillos del Congreso tras conocer el aplazamiento.
El exministro iba a ser elegido presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso pese al rechazo que ha generado en la oposición, que mayoritariamente iba a votar en blanco salvo Podemos, que iba a presentar un candidato alternativo. Un candidato que no tampoco iban a respaldar ni PSOE ni Ciudadanos, que se han decantado por una papeleta en blanco para mostrar su disconformidad con la elección del PP, al mismo tiempo que salvan el acuerdo global que firmaron todos los grupos para repartirse las presidencias y vicepresidencias de las comisiones parlamentarias.
La votación venía precedida por la reprobación del exministro el pasado 18 de octubre por todas las fuerzas políticas, salvo el PP, a causa de sus conversaciones con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña para buscar pruebas contra dirigentes independentistas. Además, el Congreso, con el PP también en contra, aprobó la creación de una comisión para investigar el supuesto uso partidista que el exministro hizo de los medios de Interior. Pero a Fernández Díaz no le parece que tenga "mucho sentido" la polémica que se ha desencadenado en torno a su designación y ha insistido en que si resulta elegido ejercerá su cargo con la "máxima neutralidad" y buscando el mayor consenso posible.
Además, el PP iba a intentar también que Fernández Díaz presidiese la Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas, una opción que a estas alturas parece también descartada.
Respuesta de Sánchez, reacción de Rivera
Horas antes de estallar la polémica, el ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez exigía la dimisión. "Al PP hay que exigirle la dimisión de Fernández Díaz. Ni puede ni debe presidir la Comisión de Exteriores quien ha sido reprobado", ha dicho en un comentario en su cuenta de Twitter. Esta respuesta de Sánchez, alejado de la primera línea de la política, ha provocado algunas reacciones en el arco parlamentario. Es el caso de Albert Rivera, quien ha criticado que Sánchez opine "desde fuera" del Congreso las posiciones de otros partidos sobre Fernández Díaz. El líder de Ciudadanos ha declarado que "es una lástima que Pedro Sánchez no esté en el Congreso para opinar dentro del Grupo Socialista. Desde fuera, desde Twitter, uno opina lo que cree conveniente, pero el tema es qué plantearía Pedro Sánchez para el resto de comisiones que preside su grupo, si las pierde o las mantiene".