Jorge Fernández Díaz presidirá finalmente una Comisión, la de Peticiones, en sustitución de Pilar Rojo Noguera, que causa baja. Así lo ha anunciado el Grupo Parlamentario Popular en un comunicado después de que el veto de la oposición pusiera en riesgo que pudiera entrar en alguna.
El PP ha escogido a Fernández Díaz para la presidencia de la Comisión de Peticiones del Congreso que no requiere de votación y es para el partido con mayor representación en la Cámara. Se trata de una de las comisiones de composición reducida en las que sólo hay un diputado por grupo parlamentario y, si hay votaciones, se aplica el voto ponderado (cada uno representa los votos de su grupo en el Pleno). Dado su tamaño, no se vota la mesa, sino que la Presidencia se adjudica al representante del grupo mayoritario, mientras que el segundo grupo (ahora el PSOE) se hace con la vicepresidencia y el tercero (Unidos Podemos) con la secretaría.
La Comisión de Peticiones, que no tramita leyes ni recibe comparecencias, es la encargada de canalizar los escritos que registran los ciudadanos con peticiones a la Administración. Su misión, con el actual Reglamento, es enviar esas peticiones al departamento que considere oportuno y dejar constancia de la distribución en sus informes periódicos. Con ese nuevo cargo, Fernández Díaz ganará al mes un sueldo complementario de 1.500 euros.
La idea inicial del PP, una vez que Jorge Fernández Díaz fue relevado como ministro del Interior, era reubicarle como presidente de la comisión de Asuntos Exteriores, una plaza que hasta ahora ocupaba Jesús Posada. Esa votación debía producirse este miércoles pero la propuesta del PP fue contestada por la oposición dado que el exministro ha sido reprobado por la Cámara y es objeto de una comisión de investigación por la supuesta utilización del Ministerio con fines partidistas. PSOE y Ciudadanos pensaban en principio votar en blanco, mientras que Unidos Podemos iba a presentar un candidato alternativo.
En ese contexto, y ante la amenaza del PSOE de dar un paso más y proponer su propio candidato, que podría haber recabado el apoyo de toda la oposición, el PP optó por dejar en suspenso la elección del presidente de la Comisión de Exteriores.
Así las cosas, y aprovechando que este miércoles también se constituía la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de Relaciones con el Tribunal de Cuentas, el PP sondeó a los socialistas para colocar ahí a Fernández Díaz de presidente, pero los socialistas también se negaron y contestaron que mantienen su veto al exministro. Por ello, también quedó aplazada sin fecha la constitución de dicha comisión mixta.
Fernández Díaz se puso a disposición de PP porque no quería ser "un problema".