Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, lleva semanas ejerciendo ya en la sombra el papel de futura líder del PSOE. Con una agenda que ha incluido una visita a Bruselas, la dirigente socialista se ha convertido en defensora y garante de la nueva forma de actuar de la formación. Sin embargo, estas cotas de poder interno no encuentran respaldo electoral. La hoja de ruta de Susana Díaz para hacerse con los mandos del PSOE.
Según una encuesta elaborada por Sociométrica que publica El Español, un 66,1% de los electores que votaron al PSOE en las últimas elecciones generales, las del 26J, prefiere a Pedro Sánchez como secretario general de la formación antes que a la presidenta andaluza, quien sólo es respaldada por un 16,5% de estos votantes.
El mantenerse en un segundo plano cuando la gestora asumió las principales responsabilidades del PSOE y orquestó la abstención en favor del PP y la posterior estrategia de impulsar una frenética agenda con viaje a Bruselas y entrevista en la cadena autonómica andaluza para capitalizar las actuales directrices del partido -acuerdos puntuales con el PP con los que desplazar a Podemos- no le han servido a Díaz para impulsar su imagen ante los potenciales votantes de su formación.
Contrasta ello con los niveles de aceptación que sigue presentando Sánchez pese a que su renuncia al acto de diputado ha hecho que sus apariciones públicas queden reducidas a esporádicos actos con militantes como el celebrado hace unas semanas en Xirivella (Valencia). El exsecretario general cuenta además, según este sondeo, con otra baza: es mejor valorado como dique ante la corrupción que su mayor rival interna.
Hasta un 65,7% de los votantes socialistas en junio cree que Sánchez sería el mejor líder del PSOE para combatir uno de los problemas que más preocupa a los españoles CIS tras CIS. Mientras, sólo un 10,8% opina que esta labor se acometería de mejor forma si fuera Díaz quien estuviera al frente de la organización.
Esta proporción se mantiene en todas las preguntas del sondeo, por lo que a preguntas como quién sería capaz de llegar a mejores acuerdos con otros partidos, quién impulsaría mejores medidas económicas, quién concitaría más acuerdos en torno a un modelo territorial y quién devolvería en mayor grado la ilusión a los tradicionales votantes del PSOE, más de un 60% de los encuestados responde en todo momento que Sánchez, mientras que Díaz sólo llega al 22,9% en una de las variables, la de llegar a acuerdos con otras formaciones.
A falta de que en enero la gestora empieza a mover los hilos para la convocatoria de un futuro Congreso del que aún no se atisba fecha, parece que Díaz sigue aglutinando apoyos dentro del partido, pero sigue sin alcanzar el apoyo electoral con el que querría contar para alzarse definitivamente al liderazgo del PSOE.