Patxi López ya es candidato a las primarias del PSOE. Ha sido el primer dirigente en dar un paso adelante y el primero en estropear la estrategia al resto. La noticia no ha pillado a nadie por sorpresa, pero sí ha levantado sarpullidos y malestar.
Los sanchistas -los eternos postulantes- se han tomado la decisión del vasco como una auténtica traición. No olvidan los tejemanejes que hubo que poner en práctica para colocarle en la Presidencia del Congreso de los Diputados.
Ahora López trata de quitarse la espita de traidor. Defiende su derecho a aspirar al cargo y reconoce que tiene una conversación pendiente con Pedro Sánchez, una conversación que nunca llega.
Tiempos y trampas
En este ambiente de tiempos y trampas, de observación del contrario, Pedro Sánchez también ha lanzado la caña. El próximo sábado 28 intentará arrancar el motor de ese coche con el que pregonó que iba a recorrer toda España, y que se le ha gripado varias veces. Bajará a Sevilla justo en las fechas en las que Rubalcaba y la presidenta de Andalucía participarán en un acto institucional del partido.
Atravesada la sierra de Despeñaperros, la extraoficialísima Susana Díaz sigue parapetada. Observa en sus cuarteles y afina la vista sentada en un discreto mirador desde el que escudriña las jugadas. Sabe que Patxi López está cargado de adrenalina, que se ve fuerte. También sabe que Pedro Sánchez es un león herido. Podría hacer cualquier cosa. "Es imprevisible". Los teóricos de la cosa le advierten del juego a tres. Es el más difícil, pero el más fácil al mismo tiempo.
Mientras tanto, los junteros de la presidenta manejan una consigna: "Susana está centrada en los problemas de Andalucía. Cuando ella vea que el momento oportuno, si lo ve, dará el paso. Por ahora todo sigue igual". Diario de guerra: "Tiene tiempo hasta marzo, y además, la presidencia de Andalucía es compatible con Ferraz", remachan.
La semana pasada, la presencia de Alfredo Pérez Rubalcaba en un acto centenario de la agrupación socialista en Alcalá de los Gazules disparaba las alarmas en los mentideros socialistas. Los de Rubalcaba restaban importancia, y de inmediato relacionaban la invitación con los largos años que el profesor de Químicas había ejercido de diputado cunero por Cádiz. Vamos, puro sentimiento. Los de Díaz tampoco se mostraron molestos. "Este acto estaba programado hacía bastante tiempo", confesó el entorno de la presidenta andaluza.
Pero la presencia de Pedro Sánchez en Sevilla es otra cosa. Tiene otro contexto y otra intención. Llega a la ciudad de la Torre de Oro, sin lugar fijo por ahora, con menos púrpura y con menos amigos que hace un año. "Sánchez se ha ido desinflando". ¿Dónde está César Luena, su escudero de marras, su ideólogo? A estas alturas, Antonio Hernando ni cuenta. Patxi López ha elegido camino propio. Óscar López se ha ido con él. Idoia Mendía mantiene su lealtad al diputado vasco. La madrileña Sara Hernández, la que cambió para echar a Tomás Gómez de la Asamblea, y después dar un golpe en el Ayuntamiento de Madrid al cargarse de un plumazo a Antonio Miguel Carmona, ni se acuerda de él. Hoy está con López. Y Francina Armengol, que paseaba este verano con él por Baleares, también se ha cambiado de chaqueta.
Solo le queda un reducido grupo formado por Odón Elorza, Rocío Frutos, Mari Luz Martínez Seijo, Sofía Herranz, Zaida Cantero y José Luis Ábalos. Susana Sumelzo, su más incondicional seguidora, de momento prefiere situarse al margen y solo ha avanzado en las redes sociales que estará siempre con el PSOE que renueve su discurso desde posiciones de izquierda y dé voz a la militancia.
La incógnita sigue en el aire. Hay días en los que parece que Pedro Sánchez está dispuesto a dar la batalla hasta el final -y hay que reconocerle que se mueve muy bien entre la militancia y tiene muchos apoyos de votantes y simpatizantes jóvenes. Y hay otros en las que las señales que llegan son muy débiles y su espíritu parece apocado, pero con lucidez como para darse cuenta de lo que le ha pasado.
A cuatro meses de primarias
Así las cosas, a cuatro meses de las primarias, en un desfile permanente de medias declaraciones, medias verdades, y trampas enteras al adversario, en este difícil juego de permanente vigilancia del contrario, el PSOE se encuentra con un candidato que pronto será oficial, y que no es otro que el diputado Patxi López; un segundo y dolido que necesita recorrer el país para comprobar el volumen de su amistades, la fuerza y el calor de los apoyos, pero que no ostenta cargo alguno, y quien a medida que pasa el tiempo se desvanece (Pedro Sánchez) y, finalmente, la presidenta más fuerte que tiene el PSOE y que controla la federación más grande del partido fundado por Pablo Iglesias (Susana Díaz), la peor valorada en las encuestas, y a quien los dados en las manos le han hecho algunas llagas. El programa político y la renovación de las ideas socialistas llegarán más tarde.
El exministro y eurodiputado Ramón Jáuregui apostó este viernes por una "candidatura pactada" para las primarias del PSOE entre la presidenta andaluza, Susana Díaz, y el exlehendakari Patxi López con el objetivo de que del 39 Congreso salga un partido "unido" para ser alternativa al PP.
De este modo, cree que el exsecretario general Pedro Sánchez representa el "pasado" del PSOE. Jáuregui consideró que Díaz todavía "no tiene cartel", aunque recordó que "Felipe González tampoco lo tenía" al principio de su carrera política y cuando fue elegido líder socialista.
A su juicio, la dirigente andaluza "tiene una potencia que desarrollar" que no se conoce aún, y ha asegurado que la vio hace un par de semanas y que "está mucho mejor de lo que creía". De este modo, opinó que Díaz "va a jugar" y acabará presentando su candidatura a las primarias del próximo mes de mayo, entre otras cosas porque el PSOE "no tiene más referentes".
Y si se decide a pactar, Jáuregui ha afirmado que debería hacerlo en una "candidatura pactada". con Patxi López. El eurodiputado Jáuregui dijo también que en estos momentos el Partido Socialista tiene que mirar hacia el futuro y, para lograrlo, "no puede volver al pasado". "Y con el pasado me refiero a Pedro Sánchez", apuntó.