Malos tiempos para la lírica socialista. Ni mirar a Francia, esa debe ser la última consigna. Lo que pasa con el vecino socialista francés "da miedo", comentaba a elEconomista.es un destacado dirigente y diputado nacional del PSOE. "No nos hemos dado cuenta de que esto puede acabar, y Francia no es ahora mismo un modelo", indicó. La carrera del PSOE: tres jinetes para evitar el Apocalipsis.
Y porque puede acabar, "como acaban todas las cosas, los partidos también", en el seno del PSOE se están moviendo algunos representantes políticos entre bambalinas. "No hemos hecho las cosas bien", reconoció este relevante miembro. "Hemos permitido que la situación de caos por culpa de la gestión de Pedro Sánchez se deteriorara demasiado. Y después no hemos debatido y hablado de las cosas que realmente le importan al Partido Socialista, en parte porque está descapitalizado de gente preparada, con carisma, que entusiasme, que arrastre. Además, no hemos hecho pedagogía de nuestra abstención, y eso ha dejado un hueco enorme a Pedro Sánchez, que, con un mensaje muy simple, muy elemental, el de la militancia, se ha posicionado en un lugar muy peligroso, tanto que, si gana, el PSOE podría estar abocado al olvido, y más que a desaparecer, a dividirse".
La búsqueda se hace indispensable, subrayó, ante una situación crítica y la radiografía de un "panorama desolador". Por un lado, nos encontramos con un Pedro Sánchez lleno de venganza, sobre todo después de esa comida celebrada en Pozuelo, con los suyos, Patxi López, Óscar López y César Luena, en la que le pidieron que ya no se presentase. Por otro, un Patxi López que ha dejado el socialismo en el País Vasco con un 12% y cuelga a sus espaldas con el título de traidor.
Por último, Susana Díaz, la candidatura que falta por confirmar, y que no conecta con el voto urbano, el que nos daba las mayorías y los triunfos, sin olvidar que tampoco tiene un discurso territorial que guste".