Podemos se prepara para una 'nueva guerra' interna en Madrid en la que los contendientes no van a ser 'pablistas' y 'errejonistas', sino sólo de los primeros. El motivo es el enfado del líder de Podemos, Pablo Iglesias, con el secretario general de Podemos en Madrid, Ramón Espinar, a cuenta del futuro de Íñigo Errejón como candidato a la Comunidad de Madrid en 2019.
Tal y como informa el diario La Razón, a Iglesias y su entorno les ha disgustado que Espinar filtrara las intención de la nueva dirección del partido para con Errejón después de que éste saliera derrotado de Vistalegre II. Entienden que Espinar reveló estas intenciones debido al malestar que le produjo saber que la línea 'oficial' del partido sería apoyar a Errejón en unos comicios autonómicas en los que él quería encabezar el cartel apoyado por la dirigencia nacional.
Cuando sólo faltaban 24 horas para la primera reunión del Consejo Ciudadano Estatal tras Vistalegre II celebrada este pasado sábado, Iglesias anunció en secreto a los suyos en una sala del Congreso el pacto al que se había llegado con Errejón después de que éste rechazara intercambiar la Portavocía Parlamentaria y la Portavocía Adjunta con Irene Montero. Un anuncio para el que Iglesias pidió "pacto de silencio".
Fue la filtración de esta conversación en la que se dejó claro el futuro de Errejón horas antes del cónclave lo que irritó a un Iglesias que, según fuentes del partido consultadas por el citado diario, podría tomar represalias contra Espinar, hasta ahora destacado 'pablista', que consiguió el triunfo de la facción afín al secretario general en Madrid.