La eterna candidata en la sombra saltó por fin a los focos. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, anunció formalmente su postulación para liderar el PSOE y lo hizo desde "el compromiso y la ilusión" y reclamando la ayuda de todos los socialistas para "devolver la ilusión y volver a ganar".
La también secretaria general del PSOE-A reivindicó un proyecto que "nos lleve a gobernar desde la victoria" electoral, recuperando las victorias que cosecharon los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. "Os pido que estas primarias no se conviertan en una carrera de halagos ni de marketing; que hagamos unas primarias limpias, que nos están mirando", recalcó en su discurso.
Si de algo pudo presumir ayer Susana Díaz es de contar con el respaldo del apartado del partido. En su puesta de largo como precandidata ante más de 6.000 militantes y simpatizantes estuvo acompañado de dos expresidentes del Gobierno socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, además de otros altos cargos del PSOE, como el ex secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba, y el vicepresidente de González, Alfonso Guerra. Además de contar con la vieja guardia del partido, la dirigente andaluza sumó a la causa de forma oficial a cuatro de los siete presidentes autonómicos del PSOE: Emiliano García Page, de Castilla-La Mancha; Ximo Puig, de la Comunidad Valenciana, el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y Javier Lambán, de Aragón.
Los dos ausentes -el tercer nombre es el de la propia Díaz- fueron el presidente de Asturias, Javier Fernández, que no puede posicionarse oficialmente por su cargo al frente de la Gestora, y la presidenta balear, Francisca Armengol, que tras apoyar a Pedro Sánchez en su última etapa al frente del PSOE, se suma ahora a las filas del tercer candidato, Patxi López. El precandidato Pedro Sánchez se queda por tanto sin el apoyo de ningún presidente autonómico, aunque sus oponentes temen su fuerza entre las bases.
A partir de ahora, con las tres cartas sobre la mesa, se medirá cada detalle en clave de campaña: avales, recaudación, capacidad de convocatoria y tirón en las redes sociales. En cuanto a la primera cuestión, los partidarios de Díaz esperan dar una exhibición de fuerza en la recogida de avales. Así, los aspirantes deben reunir las firmas de un 5 por ciento de los militantes del partido que, a falta de que el PSOE cierre el censo el 1 de abril, rondarán las 9.000. El equipo de Díaz, en previsión de una victoria rotunda en este campo, defienden que los avales serán el primer termómetro real de la situación en el partido.
Una opinión muy distinta tienen los sanchistas que aseguran contar con el respaldo de las bases. Por ello, el diputado Odón Elorza, del equipo de Pedro Sánchez, aseguró el pasado viernes que no intentarán "hacer un esfuerzo más allá de lo necesario" en la recogida de avales.