El expresidente de la Generalitat y líder del PDeCAT Artur Mas ha utilizado su comparecencia en el Parlament sobre las presuntas comisiones del 3% de CDC para mantener su discurso de negación de financiación irregular y para poner en duda las nuevas versiones de los principales acusados del 'caso Palau'. "Entre ir a la prisión y no ir, hay gente que cambia la versión, pero no hay ninguna prueba nueva", ha dicho en referencia a las declaraciones de Fèlix Millet y Jordi Montull en las que inculparon directamente a la antigua Convergència.
El líder de CDC ha hecho un alegato en defensa de su partido y negado la mayor. De hecho, ha asegurado que las recientes declaraciones de los responsables del expolio del Palau de la Música, Millet y Montull, que confesaban la relación de CDC con la trama, son más que dudosas. "No puedo añadir nada más que no haya dicho en los últimos años, la única novedad es que ha habido unos pactos de determinados acusados para rebajar escandalosamente sus penas, y a cambio de esto, implicar a Convergència".
El catalán ha asegurado que la Fiscalía tiene el objetivo "legítimo" de demostrar que su partido actuó con mala praxis y que está detrás de la trama de financiación ilegal mediante comisiones. "No hay ninguna prueba nueva". El expresident ha puesto en duda que realmente la Fiscalía tenga indicios claros de que su partido recibió aquellas comisiones por dar un trato de favor a Ferrovial. "¿Cómo se puede intentar demostrar que las donaciones que recibía Convegència vía convenios eran a cambio de obra pública y jugando con dinero público?", ha preguntado durante su intervención. "¿Como se puede sostener esta tesis si no se investigan las adjudicaciones de obra pública? Porque saben que la adjudicación está bien hecha y que no hubo trato de favor, porque se adjudicaba al que mejor estaba puntuado". El expresident también se ha preguntado qué sucede con los nueve millones desaparecidos del 'caso Palau' "y que nadie se pregunta donde está".
Mención especial para el extesorero de CDC Daniel Osàcar (2005 -2010) que según Mas ha sido el único que ha mantenido su versión. "Confío absolutamente ya que su versión no ha cambiado ni un milímetro" y asegura hacerse "responsable" de su nombramiento. Aunque en este sentido llama la atención la falta de apoyo 'real' a Osàcar. Mas le apoya públicamente pero nadie de CDC ni de PDeCAT le ha arrapado presencialmente en el juicio, algo que sí se pudo ver, como recuerda Europa Press, con lo que sucedió en su declaración en instrucción: le arroparon el ahora presidente de JxSí, Jordi Turull, y el entonces diputado de CiU Oriol Pujol.
Por otra parte, el expresident ha evitado contestar a otras cuestiones, como sí mantenía la confianza en los ex consellers Felip Puig y Germà Gordó, señalados en el juicio del 'caso Palau' por diversos testigos. Sin embargo, Mas ha insistido en que no había pruebas concluyentes que vinculasen el Palau de la Música como tapadera para que Convergència cobrara comisiones. Todo, a pesar de los reiterados documentos, apuntes y testigos que señalan grandes obras como la propia Ciudad de la Justicia o la Línea 9 de metro, con un epígrafe con el nombre del ex tesorero de Convergència, Daniel Osácar. Mas ha aludido que "hay muchos Daniels, estos señores mentían incluso a sus familias".
Mas ha continuado su defensa en que muchas anotaciones eran igualmente falsas y emuló a Pujol advirtiendo a los diputados, "vayan con cuidado, no podemos dar credibilidad a todo lo que decían. Aunque ha olvidado que diferentes empresarios también testificaron en contra del partido, además de los diferentes casos de corrupción que han surgido al margen del Palau, como son el Caso Petrum (que tiene hasta tres piezas separadas) o la Operación Pika.
Cuando Mas ha utilizado el argumento de la independencia como causa de muchos de los problemas de su partido debido a "la persecución ideólogica" a causa de su ideología, la CUP los criticó de manera contundente, algo que el ex president utilizó para compararlos con PP o Ciudadanos. En uno de los momentos de mayor tensión del pleno, el diputado cupaire, Benet Salellas, advirtió a Mas "que tiene mucho que callar de los tres meses previos a la no investidura". Algo que molestó especialmente a Mas pero que no tuvo oportunidad de rebatir debido a la finalización de la sesión.
Sobre la acusación directa que hizo el ex president Maragall en plena sesión, diciéndole al entonces jefe de la oposición Artur Mas, "ustedes tienen un problema y se llama 3%", el líder convergente desveló que esto fue retirado tanto por el propio político socialista. La razón de esta 'maragallada', según Mas, "me dijo que lo había leído en un diario ese día", en relación a la editorial que publicó El Periódico. También señaló que la intencionalidad del PSC de sacar a la palestra este asunto era "tapar la mala gestión por el socavón del Carmel.
Las confesiones que motivaron la comparecencia
Fue Ciudadanos el partido que exigió a principios de mes que Artur Mas compareciera "lo antes posible" en el Parlament. Lo hizo después de las declaraciones en las que Millet y Montull y dos empresarios reconocieron las comisiones a CDC. Después, todos los grupos excepto JxSí pidieron también la comparecencia de Mas.
Mas no es nuevo en este tema, sus explicaciones se han sucedido en el tiempo: ya lo negó en su etapa de presidente de la Generalitat y volvió a declinar las acusaciones hace unas semanas. "Si me pregunta si existió el 3%, mi respuesta es no. Lo puedo decir alto, pero no más claro". El expresidente siempre ha asegurado que el dinero que CDC recibió por parte de empresarios estaban en la contabilidad del partido y se hicieron dentro del marco legal, tal y como recoge Europa Press. Ha reconocido que le hubiera gustado poder comparecer "mucho antes" en la Comisión de Asuntos Institucionales (CAI) del Parlament para dar estas explicaciones y ha reivindicado que siempre ha actuado con "transparencia". "No ha sido posible, no por mi, que hubiera querido venir mucho antes, pero se decidió que fuera hoy".
Durante el juicio del 'caso Palau', Millet, Montull y la hija de éste y exdirectora financiera de la entidad, Gemma Montull, confesaron que CDC cobraba el famoso 3% en comisiones de Ferrovial. A estas versiones inculpatorias se sumaron la de dos responsables de dos empresas, citados como acusados, que reconocieron haber facturado al Palau facturas por trabajos para CDC, como por ejemplo la campaña para las generales de marzo de 2004.
Fueron el extesorero de CDC Daniel Osàcar y los dos exresponsables de Ferrovial los acusados que negaron que esta empresa diese dinero al partido a través del Palau a cambio de obras.