El vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira tomó este año la decisión de destinar 120.000 euros al Ayuntamiento de Perpiñan para que la ciudada francesa rotulase en catalán las placas de las calles. El dinero entregado tenía sus ventajas y es la enseñanza del catalán en la ciudad vecina.
Así, La Generalitat dio al alcalde de Perpiñán el dinero y a cambio éste se comprometió a defender el catalán y favorecer el progresivo bilingüismo en la ciudad, según publica El Mundo.
El encargado de descubrir el pastel ha sido el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, durante una comparecencia parlamentaria donde el jefe del grupo parlamentario del PP, Daniel Sirera, aprovechó para pedir explicaciones sobre algunas de las partidas presupuestarias de la conselleria.
Otra de los puntos que se criticó a Carod-Rovira fue el desembolso para el año que viene de 2,2 millones para abrir nuevas embajadas de la Generalitat en el extranjero y otros tantos en pagar a los altos cargos de su Conselleria, lo que supone un alza del 15% respecto a este año, según el diario.