Madrid, 1 nov (EFE).- La festividad mexicana del Día de Muertos llega este año a los cementerios de Madrid con dos altares dedicados a Chavela Vargas y a "Cantinflas", quienes, de cumplirse la tradición de su país, podrían regresar mañana a disfrutar de la comida, la bebida y la música que les gustaba en vida.
Pan de muertos, tequila, frutas y coloridas flores de cempasúchil adornan los altares con que se toparán hoy en los camposantos municipales de La Almudena y el Sur aquellos que visiten las tumbas de sus familiares.
Esta iniciativa quiere dar a conocer la cultura funeraria mexicana, alegre y colorista, en contraposición con la europea, mucho más lúgubre.
En el Día de Muertos, los cementerios mexicanos lucen todo su esplendor gracias a las ofrendas que las familias colocan a sus difuntos, siempre acompañadas de las flores de un amarillo vivo, casi naranja, que les iluminan el retorno.
"Generan mucho impacto porque es algo muy novedoso. La gente al principio lo identifica con Halloween por la presencia de calaveras pero, una vez descubre el significado de la tradición, tiene buena aceptación. Hay curiosidad por ver los contrastes de las culturas y la simbología", explica a Efe Raquel Blanco Antón, una portavoz de la empresa funeraria municipal.
El altar a la reina de la ranchera, Chavela Vargas, está ubicado al entrar por la puerta principal del cementerio de La Almudena, con dos fotografías, un poncho, una guitarra y una botella de tequila como las muchas que tomaba en la plaza de Garibaldi en la ciudad de México.
Como en cualquier altar del Día de Muertos, no falta el arco que, según la tradición, permite pasar del mundo de los difuntos al de los vivos, donde, si quisieran volver, tanto Mario Moreno "Cantinflas" como Chavela Vargas encontrarían pan de muertos, frutas, flores, calabazas e, incluso, calaveras de azúcar.
El tributo a "Cantinflas" en el cementerio Sur recuerda su paso por Hollywood, la estrella en el Paseo de la Fama y también su vertiente más familiar al presentarlo en una foto como Mario Moreno, con su hijo.
"Hemos elegido estos personajes porque se conocen mucho, varias generaciones los han visto y además se identifican fácilmente con México", explica Raquel Blanco Antón.
Los altares reflejan en la tradición mesoamericana la cosmovisión de estas culturas al representar el inframundo, donde se colocan los incensarios, las ofrendas e imágenes y fotografías.
Pero en el Día de Muertos está presente la tradición católica no solo por la fecha -que coincide con el Día de Todos los Santos y el de Difuntos- sino por la utilización de velas o los términos cristianos como "ánimas" para referirse a los muertos que regresan.
También los madrileños visitan hoy masivamente los cementerios para recordar a los suyos y decorar sus tumbas, tradición que está en constante cambio: desde el año pasado el Ayuntamiento de Madrid organiza conciertos del silencio en el cementerio de La Almudena con la intención de que las familias tengan un rato más agradable.
Y la intención de la empresa funeraria municipal es convertir en una tradición el dar a conocer los distintos ritos funerarios a lo largo del mundo si la prueba con México, como parece, finalmente resulta bien acogida.