Ereván, 10 dic (EFE).- El primer ministro interino de Armenia, Nikol Pashinián, ha conseguido legitimarse en las urnas, al cosechar su alianza un apoyo mayoritario en las elecciones parlamentarias anticipadas del domingo, que dejan por primera vez fuera del Parlamento al partido que gobernó el país durante dos décadas.
Con un 70,43 % de los votos obtenidos, la alianza "Mi paso" de Pahsinián arrasó en los comicios que convocó en noviembre para acabar con la dualidad del poder creada tras la revuelta popular que él había liderado en abril pasado y que acabaron con el ex primer ministro Serge Sargasián.
Su fuerza en el Parlamento contaba con tan solo 9 escaños, frente a los 50 del Partido Republicano de Sargasián, dos veces primer ministro y presidente de Armenia de 2008 a 2018, y las próximas elecciones legislativas en la exrepública soviética no estaban previstas hasta 2022.
El partido que gobernó los destinos del país caucasiano durante las dos últimas décadas, cayó en desgracia tras la "revolución de terciopelo" en abril pasado encabezada por Pashinián.
El Partido Republicano aseguró durante la campaña que es consciente de sus errores cometidos durante los años que estuvo en el poder y se mostró dispuesto a poner ahora toda su experiencia al servicio de la patria, ejerciendo de oposición constructiva.
No obstante, la pérdida de confianza de los armenios se notó fuertemente en las urnas. El partido de Sargasián únicamente logró el 4,7 % de los votos, quedándose por debajo del umbral del 5 % necesario para entrar en la nueva Asamblea Nacional (Parlamento).
Nueve partidos y dos bloques competían en las urnas por entrar en el nuevo Parlamento.
Tras el partido de Pashinián, el segundo que consiguió más votos el domingo es "Armenia Próspera", del empresario Gagik Tsarukián, con un 8,27 %, seguido de "Armenia Luminosa", con un 6,37 %.
Según la legislación local, en el Parlamento armenio deben estar representadas al menos tres fuerzas políticas.
El nuevo Parlamento tendrá 132 diputados frente a los 105 del actual, dado que "Mi paso" ha recabado más del 70 % de los votos y la ley electoral estipula que la oposición no puede tener menos de un 30 % de escaños.
De esta manera, "Armenia Próspera" y "Armenia Luminosa" recibirán escaños adicionales hasta alcanzar el tercio de representación.
La participación en estas legislativas se situó en el 48,63 %, muy inferior al 60,86 % registrado en las de 2017 y en contraste con las masas que consiguió movilizar Pashinián en las protestas antigubernamentales de abril pasado.
Pashinián, que es el primer líder de un partido de oposición que llega al poder desde la independencia de Armenia en 1991, tendrá con la mayoría parlamentaria que le dieron las urnas vía libre para llevar a cabo la agenda que prometió durante la "revolución de terciopelo" en primavera.
"La revolución no ha acabado, la revolución no habrá terminado hasta que logre todos sus objetivos: hacer de Armenia un país económicamente desarrollado y un fuerte miembro de la familia política internacional", señaló anoche el otrora periodista, diputado y líder opositor de 43 años.
Pashinián aseguró que uno de los objetivos de las protestas ya se ha cumplido, al haberse celebrado unas elecciones "realmente libres, transparentes y democráticas".
En cambio, el Partido Republicano sostuvo que los comicios se celebraron en un clima de "intimidaciones, odio y presiones personales y amenazas del jefe de Gobierno" Pashinián, dijo a los medios el portavoz de la otrora formación oficialista, Eduard Sharmazanov.
Sin embargo, la misión internacional formada por 320 observadores de 39 países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y el Parlamento Europeo, dio su visto a las elecciones
El coordinador especial y jefe de la misión de observación de la OSCE, Peter Osusky, dijo en rueda de prensa que, tras observar 17 comicios a nivel internacional, puede decir que las parlamentarias armenias "han sido justas y comparables a elecciones en democracias que están fuera de cualquier duda".
"A diferencia de las intimidaciones y la compra de votos bastante notorias que observamos alrededor de los colegios electorales en 2017, en esta ocasión no vimos nada de esto", indicó por su parte la jefa de la delegación del Parlamento Europeo (EP), Heidi Hautala.