Kinshasa, 19 dic (EFE).- El Gobernador de la provincia de Kinshasa, André Kimbuta, suspendió hoy la campaña de los candidatos a las lecciones presidenciales de este domingo por el clima de inseguridad en la capital de la República Democrática del Congo (RDC).
"La información de la que disponemos muestra que (...) extremistas se han preparado y se preparan para una confrontación en las calles de la ciudad de Kinshasa durante las actividades de campaña", justificó Kimbuta en un comunicado.
Esta medida del Ejecutivo provincial contradice la ley electoral y va en contra del calendario de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), cuyo programa estipula que la campaña acabará este viernes, 21 de diciembre.
"No es la primera vez (que sucede), en 2011 ya pasó. No vamos a dar más explicaciones", dijo a Efe el director de comunicación de la CENI, Jean-Baptis Itipo.
Hoy había previsto en la plaza de Santa Teresa, en Ndjili (periferia de Kinshasa), un mitin del candidato de la coalición opositora Lamuka (Despierta, en lingala), Martin Fayulu.
Los seguidores de este diputado nacional, uno de los principales candidatos presidenciales, siguen acudiendo al encuentro a pesar de las prohibiciones del gobernador, que pertenece al mismo partido del presidente congoleño, Joseph Kabila, que no se postula al haber cumplido el límite constitucional de dos mandatos.
Además, esta prohibición viene un día después de que al candidato oficialista, Emmanuel Ramazani Shadary, el "delfín" de Kabila, le impidieran entrar a Tshikapa, localidad de la provincia de Kasai (centro), debido a protestas en su contra en las que murió una mujer.
Al menos diez personas han muerto en actos electorales desde que comenzó la campaña el pasado 22 de noviembre, según los registros de la ONG local Asociación Congoleña de Acceso a la Justicia (ACAJ).
Además, desde que el pasado agosto Kabila, en el poder desde 2001, anunciase que no optaba a un tercer mandato, Amnistía Internacional (AI) ha documentado una decena de muertes en manifestaciones políticas, así como 150 arrestos y detenciones arbitrarias.
Más de 40 millones de personas están llamadas a las urnas el 23 de diciembre en unas elecciones envueltas en polémica y atrasadas durante dos años, en las que veintiún candidatos, entre ellos sólo una mujer, intentarán hacerse con la Presidencia.