Kinshasa, 21 dic (EFE).- El principal partido de la oposición de la República Democrática del Congo (RDC) aceptó hoy el retraso de las elecciones generales al 30 de diciembre y pidió calma, en un cierre oficial de campaña con fuerte presencia policial en Kinshasa.
Dirección al Cambio (CACH), la coalición liderada por el jefe del principal partido de la oposición, Félix Tshisekedi, aceptó ante decenas de seguidores este nuevo aplazamiento, decidido ayer por la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) por "problemas técnicos" de falta de material electoral y cuestiones de seguridad.
"El 30 de diciembre es la línea roja", advirtió Jean Marc Kabund, secretario general de la Unión por la Democracia y el Progreso Social (UPDS), partido integrado en la CACH, en un evento en Kinshasa junto a Tshisekedi, en el que la formación pidió "acción pacífica" para que se celebren finalmente los comicios.
Hoy era el último día fijado por la CENI para hacer campaña electoral, a pesar del aplazamiento de una semana de la cita electoral.
Sin embargo, la CACH anunció que seguirá celebrando actos de campaña toda la semana que viene y hasta un día antes de las elecciones.
El presidente de la CENI, Corneille Nangaa, justificó ayer el aplazamiento por una quema el pasado 13 de noviembre de un almacén de este organismo, en la que se perdió casi el 80 % del material electoral destinado para la capital, Kinshasa.
Las elecciones deberían haberse celebrado inicialmente en diciembre de 2016, cuando finalizaba de forma oficial el segundo y último mandato del presidente congoleño, Joseph Kabila, pero la CENI las has pospuesto aludiendo casi siempre a problemas técnicos.
Este nuevo aplazamiento provocó el jueves la indignación de parte de la oposición.
La otra gran coalición opositora, liderada por el diputado nacional Martin Fayulu, Lamuka ("Despierta", en lingala), consideró ayer en un comunicado que, "después de dos años de retrasos electorales, ningún aplazamiento es justificable", si bien hoy no hubo ningún pronunciamiento público.
Lamuka opinó que el nuevo retraso tiene como objetivo "que el régimen de Kinshasa permanezca en el poder para continuar saqueando el país y matando impunemente a la población congoleña".
Los rumores del aplazamiento corrieron desde última hora del miércoles en la capital y la noticia fue recibida por decenas de opositores reunidos en diferentes partes de la ciudad, sobre todo en la sede del partido de Fayulu y en la Universidad de Kinshasa.
Los militantes y protestantes montaron barricadas en vías principales y quemaron contenedores, a lo que la Policía respondió con gas lacrimógeno para dispersar las protestas.
La situación hoy, sin embargo, se mantuvo en una calma tensa, con una fuerte presencia policial en las grandes plazas de la capital.
Un total de 21 candidatos, entre ellos solo una mujer, intentarán hacerse con la Presidencia el próximo 30 de diciembre. El actual presidente no concurre.
Asimismo, 15.355 se presentan a las elecciones legislativas nacionales y 19.640 intentarán ser elegidos diputados para las asambleas de las 26 provincias en las que está dividido el país.
Kabila, que lleva en el poder desde 2001, anunció en agosto pasado que respetaría el límite de dos mandatos consecutivos que dicta la Constitución.
El jefe de Estado designó como su sucesor y candidato por el Frente Común para el Congo (FCC) a Emmanuel Ramazani Shadary, quien fuese su vice primer ministro y titular de Interior, y que ha prometido preservar su legado.
Shadary se presenta pese a las sanciones que le ha impuesto la Unión Europea (UE) por su actuación cuando era responsable de las fuerzas de seguridad en la represión de las protestas que siguieron al anuncio del primer aplazamiento de las elecciones en 2016.
Contra él, los principales candidatos de la oposición son Tshisekedi, hijo del histórico opositor Étienne Tshisekedi, y Fayulu, un antikabilista que cuenta con el apoyo de otras figuras populares como el exvicepresidente Jean-Pierre Bemba y el exgobernador provincial Moïse Katumbi.
La campaña electoral ha sido tensa y con incidentes violentos e intervenciones constantes de las fuerzas de seguridad en varios mítines de la oposición, que han dejado al menos diez muertos en todo el país, según los datos ofrecidos el martes por la ONG local Asociación Congoleña de Acceso a la Justicia.