Tres años han pasado y el Asador Guadalmina de Marbella sigue en el ojo del huracán de la Ley Antitabaco. Todo comenzó con la aprobación de la citada ley en enero de 2011, una norma que el dueño del establecimiento no estaba dispuesta a cumplir.
Así lo aseguró el hostelero en cuestión, quien afirmó rotundo que permitiría seguir fumando a sus clientes contraviniendo lo expresado en la ley. Esta decisión, que llegó a respaldar con la colocación de un cartel hacia la calle en el que invitaba fumar en su local, le valió una multa de 145.000 euros por parte de la Junta de Andalucía.
El propietario del asador se negó desde el principio a hacerse cargo de la multa y empezó a recurrir la misma una y otra vez. Ahora, tres años después, la multa se ha reducido a 6.000 euros, pero el dueño del Guadalmina sigue firme en su posición asegurando, según apunta la Cadena Ser, que "no la abonará nunca".
El local, que llegó a ser cerrado en 2011 por la actuación de la Policía ante las negativas de su dueño a pagar la multa, sigue recogiendo firmas en su cruzada por permitir que se pueda fumar en restaurantes y diferentes locales de ocio.