Si este año le apetece celebrar la Navidad de una forma diferente, estos son los cinco mejores destinos para esta época del año, esos que alguna vez en la vida habría que visitar ya sea por sus mercadillos, conciertos o por la decoración navideña.
Viena

La Navidad en Viena comienza el primer domingo después del día de Santa Katharina, el 25 de noviembre. Desde ese momento comienza a respirarse la magia por toda la ciudad y las casas, ayuntamiento, plazas, palacios y calles celebran esta época con su decoración e iluminación. Además, Viena se convierte en un auténtico mercado, pues infinitos puestos inundan la ciudad. El del Niño Jesús, en frente del Ayuntamiento es el más típico, donde se puede comprar desde dulces típicos vieneses a artículos decorativos o regalos. Además, en esa misma plaza se puede observar el árbol de Navidad más grande y luminoso de la ciudad. Otro de los mercadillos más famosos es el situado en el distrito 7, el de Spittelberg, característico porque los artículos que venden son piezas artesanas con fines benéficos. Otros que destacan son el Mercado de Fin de año en el Palacio de Schönbrunn, el Mercado de Navidad en el Spittelberg o el Mercado "Altwiener Christkindlmarkt", entre otros muchos.
Pero si hay algo típico de la navidad de Viena es el concierto de Año Nuevo, que se celebra el 1 de enero y se retransmite por todo el mundo. Una experiencia única digna de vivir.
Nueva York

Es una de las ciudades estrellas para viajar en Navidad. A finales de noviembre comienza el frío y aparecen los puestos donde comprar una Apple cider caliente, para contrarrestarlo. Los mercadillos toman las calles y las plazas, la nieve empieza a caer y los patinadores estrenan las pistas de hielo. Pero es sobre todo el encendido del árbol de Navidad del Rockefeller Center, el 30 de noviembre, el acto que da la bienvenida a la Navidad.
Y justo en ese mismo enclave estás otra de las actividades favoritas de los neoyorquinos. La pista por excelencia de patinaje sobre hielo es la del Rockefeller Center por ser la primera en instalarse. Otras típicas son la de Wollman Rink en Central Park o la de Winter Village en Bryant Park: The Rink, esta última es la única gratuita de la Gran Manzana.
Además, en Nochevieja cada año alrededor de un millón de personas de todas partes del mundo se reúnen en Times Square para despedir el año. Allí se instalan dos grandes escenarios donde, a partir de media tarde, empiezan a actuar los diferentes grupos que participan en la gran fiesta del día. Estos acontecimientos se celebran dos horas antes de la bajada de la bola que marcará el fin y el inicio del nuevo año.
Y el 1 de enero, es el día de los valientes, de aquellos que empiezan el año bañándose en las aguas heladas de Coney Island, una tradición que se repite.
Praga

Cuando llega la Navidad, la ciudad de Kafka se llena de luces, vino caliente y humo con olor a salchichas a la brasa. Las plazas se vuelven mercados, las calles resplandecen de adornos navideños y luces de colores. Tan fría, como bonita, Praga es uno de los destinos perfectos para vivir un cuento de Navidad.
Para disfrutar de las festividades, en esta ciudad, es imprescindible salir y pasear por los principales sitios turísticos. Visitar la Ciudad Vieja y ver el Belén, subir a la torre del antiguo Ayuntamiento para apreciar las vistas o asistir a un concierto de ópera son algunas de las visitas recomendadas. También son típicos los mercados de Navidad, situados en cada plaza de la ciudad. En ellos se puede comprar desde comida checa a adornos navideños, objetos de artesanía o recuerdos más especiales y locales como las marionetas o el cristal de Bohemia. Los más conocidos son el Mercado de la Plaza de la Ciudad Vieja, el Mercado de la Plaza de Wenceslao o el Mercado de la plaza NámÄ›stí Republiky que, su mayoría, estarán abiertos desde mediados de noviembre hasta principios de enero.
Ámsterdam

En Ámsterdam no faltan los eventos festivos en Navidad. Espectáculos navideños, mercados, festivales de invierno o patinaje sobre hielo, son algunas de las actividades que podrás disfrutar en este destino. Pero sobre todo, en Navidad Ámsterdam se viste de luces.
El Festival de Luces, celebrado en diciembre y enero, decora los edificios y los puentes a lo largo del río desde el Hotel Amsel hasta Muntplein. Este paseo se conoce como 'la caminata Iluminade', una experiencia típica llena de espíritu navideño. Otras de las opciones más típicas es patinar sobre hielo, pues cada invierno y sobre los canales congelados los holandeses viven una experiencia única que solo se puede experimentar en estas fechas.
Y en Nochevieja hay montones de fiestas en las grandes plazas de la ciudad, como la de Nieuwmarkt y la de Museumplein, donde se lanzan fuegos artificiales para despedir el año. Una experiencia navideña con encanto.
Honolulú, Hawái

Durante todo el mes de diciembre Hawái se viste de fiesta y se llena de actividades relacionadas con la Navidad. Es el estado más soleado de Estados Unidos que celebra la tradicional festividad desde el siglo XIX, y lo hace con un toque hawaiano, como los villancicos a ritmo de ukelele.
Desde principios de diciembre el estado celebra el llamado 'Luces de la ciudad de Honolulú', donde se decora un gran árbol en el centro de la plaza on Papá y Mamá Noel relajados y descalzos, al más puro estilo hawaiano.