Un total de seis personas de nacionalidad española, entre ellas un menor y una mujer, han sido detenidas en Madrid en la noche de este jueves por los incidentes registrados en la zona de Lavapiés tras la muerte de un joven mantero senegalés de una parada cardiorrespiratoria en circunstancias que aún se desconocen, según han indicado fuentes de la Jefatura Superior de Policía.
Un total de 10 agentes de la Policía Nacional resultaron heridos en la noche durante los disturbios. Además, otras cuatro personas que participaban en las protestas han sufrido heridas de carácter leve. Se trata de un hombre que presentaba cortes en la cara y el cuello y que ha precisado traslado hospitalario para sutura y otro con una contusión en la cabeza que ha sido dado de alta en el lugar. También han resultado heridas dos mujeres, una de ellas con una brecha en la ceja, que ha pedido el alta voluntaria, y otra que presentaba una brecha en la cabeza y contusiones en la espalda.
Según informan fuentes de la Jefatura Superior de Policía, la intervención de las Unidades de Intervención Policial (UIP) se produjo a partir de las 20:50 horas, tras recibir aviso de la Policía Municipal de Madrid ante la concentración de personas que se estaba produciendo en Lavapiés tras la muerte del joven.
Las mismas fuentes señalan que la concentración de personas impedía al furgón que trasladaba el cadáver del joven de nacionalidad senegalesa, identifidado por una red de vecinos de Lavapiés como Mmame Mbage; y destacan la presencia de "gente con palos" y "alzando barricadas".
Por su parte, el director de la Policía ha lamentado que un grupo de personas "radicalizara la muerte seguramente fortuita" de este hombre. En un primer momento se había informado que había muerto tras una persecución policial, si bien este extremo no ha sido confirmado.

Graves disturbios
La protesta por la muerte del mantero ha provocado la quema de contenedores y entidades bancarias, la formación de barricadas y daños en el mobiliario urbano. Entre otros incidentes, un incendio en un cajero en la calle Mesón de Paredes ha provocado desperfectos en la fachada del inmueble. En la calle Argumosa también ha habido riesgo para las viviendas por un incendio en un contenedor, según han indicado desde la Jefatura Superior de Policía.
Las circunstancias del fallecimiento del mantero todavía se investigan debido a las diferentes versiones sobre los hechos transmitidas, aunque los compañeros del mantero sostienen que la muerte se produjo después de que fuera perseguido desde la Plaza Mayor hasta Lavapiés, donde sufrió el infarto.
Una convocatoria espontánea ante esta muerte en circunstancias todavía por aclarar reunió en la tarde de este jueves a más de medio centenar de compañeros del fallecido en la zona de Lavapiés para trasladar su indignación.
Una veintena de ellos comenzó a quemar contenedores en la zona de la calle del Oso, que une la calle Embajadores con la calle del Mesón de Paredes. Fue necesaria la intervención de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid para apagar los pequeños conatos de incendio.
También arrancaron papeleras y causaron desperfectos en el mobiliario urbano, así como en diversos vehículos y motocicletas. Ante la posibilidad de incidentes, la mayoría de los comerciantes del barrio decidieron cerrar sus establecimientos, mientras que algunos vecinos, bastante alarmados, se han quejado de la situación de inseguridad, sobre todo, a raíz de la quema de contenedores.
"Al final lo pagamos nosotros", ha dicho una de las afectadas, mientras que otro ha contado que llevaba diez años en la zona y que nunca había "visto algo parecido". A la espera de la llegada de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que iban sofocando los distintos puntos, algunos vecinos apagaron por sus propios medios los fuegos, con cubos de agua y mangueras.

Cargas policiales
La zona estaba siendo vigilada por varios furgones de la Policía Nacional, con los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los conocidos como 'antidisturbios', que tuvieron que cargar después de que varias decenas de personas comenzaran a lanzar botellas y quemaran una sucursal que está a la altura del número 3 de la plaza de Lavapiés.
Pasadas las 22:15 horas, hasta cinco furgonetas de la UIP entraron en la plaza, según fuentes presentes en el lugar, y empezaron a lanzar pelotas de goma mientras que un grupo de manifestantes, al grito de 'Policía asesina' empezaron a lanzar piedras y botellas.
Uno de los momentos más tensos se ha vivido con la quema de una sucursal bancaria, que llenó de humo el edificio en el que se encuentra y obligó a desalojar a los vecinos, que pudieron abandonar el inmueble por su propio pie. Los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid pudieron entrar en la plaza para sofocarlo.
La Policía cortó la zona. De hecho, no se podía acceder desde la Glorieta de Embajadores, donde se posionó Samur, Policía Nacional, Municipal y Bomberos, y desde la calle Mesón de Paredes. Algunos presentes arrancaron señalización de tráfico y rompieron una marquesina en la misma plaza de Lavapiés. También cogieron sillas de las terrazas de Argumosa y las lanzaron.

El Ayuntamiento niega la persecución
El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, ha anunciado que se ha abierto un expediente de información reservada y ha negado que se estuviera produciendo una persecución policial en el momento en el que el ciudadano senegalés Mmame Mbage sufrió el infarto en Lavapiés.
"Como principio no pongo en duda la actuación de los profesionales pero por responsabilidad hay que afinar al máximo sobre cómo se han empleado los mecanismos de intervención. No es una cuestión de que ponga en duda sobre la policía sino de prudencia porque en el ejercicio de la fuerza hay que preguntarse sobre la proporcionalidad. No dudo de las personas sino de evaluar conductas, sin más", ha contestado en rueda de prensa.
"Los hechos hablan de que ni en el momento de la parada ni en los minutos anteriores hubo ninguna intervención policial con él sino que iba andando hacia donde vivía", ha explicado.