Los efectivos de la Brigada de Salvamento Minero han conseguido excavar 3,15 metros de la galería horizontal para intentar encontrar a Julen, el niño de dos años que cayó en un profundo pozo en Totalán (Málaga) hace 12 días. La dureza del material encontrado ha obligado a realizar tres microvoladuras (pequeñas explosiones controladas), dos de ellas en las primeras 15 horas de trabajo y una tercera durante esta mañana.
Tras la tercera microvoladura, la excavación de la galería horizontal ha avanzado hasta los dos metros y medio. Después de eso, los mineros han conseguido avanzar hasta los 3,15 metros en pocas horas y con relativa facilidad al encontrar materiales más blandos en esta parte final. En total son unos 3,80 metros los que hay que cavar, por lo que solo quedan 65 centímetros para llegar al pequeño. No obstante, se desconoce el tiempo que tardarán los mineros en recorrer ese espacio: "Es la montaña la que marca el ritmo de trabajo", ha explicado el portavoz de la Guardia Civil de Málaga, Jorge Martín.
Todo depende, tal y como ha venido repitiendo estos días el equipo de rescate, de la dureza del material que se vayan encontrando y de las posibles microvoladuras que tengan que realizar a partir de ahora. Y es que por cada pequeña explosión se necesitan unas dos horas de trabajo, por lo que con cada una de ellas se retrasa la llegada a Julen.
En esas microvoladuras se requiere la intervención de la Guardia Civil. De hecho, efectivos de dicho cuerpo también forman parte del equipo de rescate, junto a los mineros y miembros del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga. Este grupo está formado en total por 26 efectivos, en concreto por ocho efectivos de la Brigada de Salvamento Minero, 10 guardias civiles -ocho especialistas de Montaña y dos de Actividades Subacuáticas- y ocho bomberos del Consorcio.
Los mineros comenzaron la excavación de la galería horizontal durante la tarde del jueves. El objetivo de esta galería es conectar el túnel vertical perforado previamente con el pozo en el que se encuentra el pequeño, separados entre sí por unos cuatro metros.
Los efectivos de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa cavan con palas y martillos neumáticos de aire comprimido la galería horizontal pero con una inclinación, a 72 de profundidad. Van con mascarillas, detectores de oxígeno y están en contacto con el operativo vía telefónica.
Una segunda fase del rescate crítica
El exdirector de la Brigada de Intervención Minera, Santiago Suárez, ha asegurado este viernes que el equipo tiene por delante una fase crítica que es "comunicar la galería con el lugar exacto donde se encuentra Julen", ya que no se conoce con exactitud la localización del niño.
Según ha explicado en una entrevista en Onda Cero, cuando ya se hayan perforado unos dos metros de galería se puede realizar lo que ha denominado como una "cala o pequeño sondeo con un talado que les permitiría introducir una cámara para comprobar la posición. "Antes de acometer la fase final de comunicación conviene tener claro donde está el niño, porque tampoco sabemos si está un poco más arriba, abajo o enfrente". Suárez ha destacado, además, la necesidad de realizar el resto de la galería debido a la proximidad al pozo.
El especialista ha resaltado la complejidad de la excavación que están realizando sus compañeros debido a la dureza del terreno, aunque ha admitido que el hecho de que sea un espacio rocoso permite trabajar con mayor seguridad a los brigadistas.
"La dureza retrasa, pero nos facilita también la comunicación. Si fuese un terreno blando habría un riesgo de derrabe y esto nos permite que el posteo sea más rápido", ha añadido. Ha destacado asimismo, que la construcción de la galería para comunicar el túnel con el pozo donde está Julen ha pasado una primera fase crítica que fue el inicio de los trabajos desde la jaula.