Las bolsas de Europa apuntan a una nueva sesión de consolidación que no hace sino reflejar la igualdad de fuerzas entre alcistas y bajistas que hay en el mercado una vez que los principales selectivos del Continente se han acercado a niveles clave, como son los primeros objetivos de subida. Se trata, por ejemplo, de cotas como los 3.855 puntos del EuroStoxx 50, que son los máximos que frenaron en junio el último rebote del índice europeo.
Las principales bolsas de Europa ya miran a sus resistencias sin tapujos. Poco a poco y sin hacer mucho ruido, los índices de referencia en el Viejo Continente se han ido acercando a ellas en lo que ha sido considerado como "una prueba de la fortaleza del rebote", que aún podría tener continuidad.
El rebote que se ha visto en las bolsas de ambos lados del Atlántico durante las últimas sesiones, está sirviendo para recuperar parte de la fuerte caída que nació en los máximos de noviembre del año pasado.
Ruido geopolítico y mercados bursátiles se han comportado históricamente como dos componentes esenciales de una ecuación química que, cuando entran en contacto, no suelen arrojar un resultado agradable para los inversores. Al menos para los alcistas. El sector de fabricantes de semiconductores es el último que puede dar fe de esta afirmación.
A nadie le cabe duda de que la que la tensión geopolitica entre EEUU y China volverá a ser la principal protagonista de la sesión. La mayor tirantez en las relaciones entre ambos países ante el viaje a Taiwán de la presidenta de la Cámara de los Representantes de la nación norteamericana, Nancy Pelosi, no se ha traducido (por ahora) en pérdidas generalizadas en bolsa como esperaban algunos inversores y analistas. Los selectivos de Asía registran una jornada de corte mixto que no inquieta a las bolsas de occidente, que aún cuentan con margen de maniobra hasta sus soportes.
La creciente tensión entre Estados Unidos y China por Taiwán y la profundización de las preocupaciones sobre una desaceleración económica mundial ha puesto freno -al menos temporalmente- al optimismo que rodeaba a las bolsas mundiales en las últimas semanas.
Agosto evoca inevitablemente a vacaciones, playa, sombrilla, bañador, tranquilidad... La llegada del mes estival por antonomasia, siempre suele ir asociada a este tipo de situaciones y objetos. Y, en mercado también está ligada a bajos volúmenes de negociación, volatilidades más reducidas, poco movimiento en los principales índices bursátiles, etcétera.
Las expectativas de un ajuste monetario más superficial por parte de la Reserva Federal, así como el tono positivo que se desprende de la temporada de resultados en las últimas horas, están dando impulso a las bolsas occidentales durante la últimas sesiones.
Las compañías aéreas han estado en el centro de todas las miradas en las últimas semanas ante los anuncios de las diferentes huelgas de tripulantes de cabina que han convocado los sindicatos. Un handicap al que tienen que hacer frente que se suma a otros de mayor calado, como los altos costes derivados del alza del precio de los combustibles, la escasez de personal y la guerra en Ucrania.
La 'guerra' por hacerse con el cetro de empresa más grande del planeta mantiene a Apple y Aramco como principales contendientes. Ambas firmas siguen inmersas en una batalla que, de momento, se salda a favor de la compañía tecnológica estadounidense, pero que a lo largo de los últimos tres meses -mayo, junio y julio- ha contado con la alternativa de la petrolera de Oriente Medio durante momentos puntuales.
La nueva sesión de mercado estará indudablemente marcada por la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) y por la decisión que finalmente acabe adoptando la Fedsobre la subida del precio del dinero. Los expertos creen que la institución repetirá el aumento de 75 puntos básicos, y anticipan que será la última subida de este calibre en este ciclo: a partir de ahora el aumento será cada vez menor, disminuyendo paulatinamente.
Los alcistas no cejan en su empeño de alejar los riesgos bajistas a los que se enfrentan las bolsas de Europa en las últimas semanas: acabar asistiendo a la pérdida de los mínimos de marzo. Poco a poco, los toros buscan coger distancia respecto a los niveles más bajos que se alcanzaron este mes de julio, que ya se han quedado a un 7% de distancia. Sin embargo, por ahora, este movimiento no significa, ni mucho menos, que se hayan eliminado definitivamente los temores.
El pasado 12 de marzo, fecha en la que el S&P 500 alcanzó la zona de los 3.800/3.900 y el Nasdaq 100 los 11.800 puntos, decidí ejecutar en Ecotraderla primera parte del plan de trading.
Como Bill Murray en la película que en España se tituló Atrapado en el tiempo, los datos de inflación de las principales economías del planeta (los ya publicados y los que quedan por ver la luz) han vuelto a acaparar la atención de analistas e inversores en las últimas horas y ahora todas las miradas están puestas en las reacciones y medidas que provoque su evolución.
La inquietud generalizada sobre las perspectivas económicas en medio de la alta inflación y las luchas de China contra el Covid-19 siguen pesando en el sentimiento inversor. Los números rojos predominan de nuevo en los mercados de renta variable europeos y dan continuidad a la jornada en negativo de Asia, donde el Nikkei se deja casi un 2% y la bolsa china registra su segunda sesión consecutiva con descensos superiores al 1%.
La pérdida el pasado martes del soporte que presentaba el índice SX7R en los 335 puntos, que eran los mínimos de mayo y base que acotaba la consolidación lateral de la banca europea durante los tres últimos meses, confirmó un patrón bajista que en análisis técnico se conoce como doble máximo que plantea un escenario de caídas en el índice bancario hacia los mínimos de marzo, que se encuentran a un 10% de distancia.
Analistas e inversores tienen cita hoy con el cierre semanal. Se trata de una cita que se antoja de vital importancia estratégicamente hablando para las bolsas de Europa. Sobre todo tras la pérdida temporal de soportes a la que se asistió el pasado martes y la posterior recuperación.
Las bolsas europeas pusieron ayer la primera piedra para recuperarse del shock que supuso para ellas la pérdida de los famosos 335 puntos del sectorial bancario europeo SX7R y la consiguiente perforación de niveles clave en sus propias cotizaciones. Las subidas en los selectivos continentales -superiores al 1% en la gran mayoría de índices continentales- dejaron como única excepción al Ibex 35, que no logró siquiera cerrar en positivo la jornada.
La amenaza de una recesión, la debilidad de la economía europea frente a la estadounidense, el impacto en la economía por la guerra y el aumento de los precios de la energía y las diferencias de política monetaria entre la Reserva Federal y el Banco Central Europeo no están dando tregua ni al euro, ni a las bolsas de Europa.
Llevo varias semanas insistiendo hasta la saciedad en la importancia de vigilar el soporte que el Stoxx 600 Europe Banks (SX7R) presenta en los 335 puntos ya que dependiendo de lo que suceda en ese nivel tendremos pistas que apuntarán bien hacia un potente contraataque alcista o bien ante una corrección más profunda del orden del 10% adicional en las bolsas europeas, favoreciendo un extremo u otro dependiendo de si ese soporte se mantiene en pie o se pierde respectivamente.
La ausencia de Wall Street, cerrado por la celebración del día de la independencia en EEUU, dejó ayer a las bolsas europeas huérfanas a la hora de registrar un movimiento que aportara algún cambio analítico destacable desde el punto de vista técnico.