A menudo los trabajadores no son plenamente conscientes de todos los derechos laborales que les concede la normativa española. Al margen de lo que estipule el contrato firmado con la empresa o el convenio colectivo que le afecte, esos derechos le darán ciertas ventajas en varios casos concretos en los que el Estatuto de los Trabajadores sale a su amparo.
El ponente, el magistrado-juez Contreras de Miguel, razona que según la doctrina establecida en la sentencia de 1 de julio de 2010, el Tribunal Supremo (TS) ha establecido que el empresario puede en determinadas ocasiones retractarse de su decisión de despido en el periodo de preaviso.
El trabajador tiene múltiples derechos reconocidos por la normativa para que pueda llevar a cabo sus funciones en la empresa dentro de una cobertura que garantice su seguridad y bienestar. Pero, en paralelo, también se compromete en la firma del contrato a respetar una serie de límites que son, en la práctica sus obligaciones en el día a día.
La posibilidad de hacer un parón para coger una excedencia es un derecho de los trabajadores que aparece explícitamente reconocido en el Estatuto de los Trabajadores. Es uno de estos derechos que, a base de no ser practicado por demasiados empleados, parece una realidad fuera del alcance de la mano. Sin embargo, la verdad es tozuda: siempre que el ciudadano se encuentre en una circunstancia encajada dentro de los parámetros permitidos por la ley, podrá cogerse una excedencia.
Un despido siempre es una circunstancia incómoda para el trabajador, ya que le obliga a situarse en una nueva coordenada dentro del mercado laboral: desempleado y en búsqueda de un nuevo puesto, sin un sueldo mensual y a la espera de encontrar la estabilidad financiera. Aunque existen diferencias en función de la situación en que haya tenido lugar ese despido.
En determinadas ocasiones los trabajadores se encuentran en situaciones de alta presión en su empresa. Esta tensión no tiene por qué deberse al nivel de trabajo, también puede relacionarse con aspectos derivados de sus propias condiciones laborales y con cambios en las mismas que les afecten de forma significativamente negativa.
El descanso es un derecho imprescindible de los trabajadores durante su jornada laboral, entre jornadas laborales y entre las semanas en las que desarrolla esas jornadas. Se trata de un aspecto que se presume habitual, pero que aparece regulado de forma muy específica para que no se cometan irregularidades de ningún tipo que afecten a la salud de los trabajadores.
Uno de los derechos de los trabajadores es el de poder estar de baja en las situaciones de incapacidad temporal sin perder derecho a seguir cobrando determinados porcentajes de su base reguladora. Sin embargo, este derecho está regulado y vigilado de tal forma que los empleados no se escuden en él para aprovecharse de forma flagrante en perjuicio de la empresa.
Los meses en los que sufrimos gastos inesperados o de emergencia pueden dar al traste con nuestros objetivos de ahorro e incluso con nuestra sostenibilidad financiera a corto plazo, especialmente si se vive con lo justo. En algunas situaciones estos meses se hacen largos hasta que llega el sueldo del mes siguiente, pero...¿y si fuera posible contar con algo de dinero sin pedirle prestado a un banco?
Los juzgados de lo Social han incrementado la solicitud de informes de la Inspección de Trabajo para que los jueces puedan conocer la situación en que están las empresas sobre materia de discriminación en los litigios, "lo que va a tener reflejo en las indemnizaciones que se impongan", según ha explicado Paloma Urgorri, inspectora de Trabajo, en el transcurso de su intervención en la jornada sobre El nuevo derecho antidiscriminatorio y su impacto en las relaciones laborales, organizada por Labormatters Abogados, en colaboración con CEOE.
Todos los trabajadores tienen un horario marcado, aunque en el día existen ciertas licencias por las que esos mismos empleados pueden demorarse unos minutos en su entrada al puesto de trabajo y después cumplen la jornada laboral completa desde ese momento. Se trata de una situación relativamente común y habitualmente tolerada por las empresas, pero en casos muy extremos puede suponer el despido de ese trabajador.
Cuando una persona se encuentra mal en empresa es frecuente que sueñe con dejar su puesto para ahorrarse sufrimiento. El problema es que, al hacerlo de forma voluntaria pierde el derecho a cobrar una prestación por desempleo. Pero...¿y si pudiera marcharse con derecho a percibir el paro e incluso a indemnizaciones?
Aunque para el trabajador nunca serán suficientes, los descansos a los que tiene derecho en su trabajo están regulados por la ley. El objetivo es garantizar su seguridad y su bienestar físico y mental, blindarlos ante su actividad profesional y hacer que su función en la empresa pueda ser llevada a cabo en unas condiciones óptimas.
Aunque parezca un privilegio destinado solo a personas que gozan de relaciones laborales muy sanas, lo cierto es que una excedencia es un derecho reconocido para todos los ciudadanos que cumplan con las condiciones necesarias y reguladas en el Estatuto de los Trabajadores.
Al igual que una de sus responsabilidades como trabajador (en paralelo al deber de la empresa) es cotizar a la Seguridad Social para tener derecho en un futuro a cobertura económica en caso de incapacidad temporal, uno de los derechos de los empleados es a cogerse la baja cuando están enfermos sin miedo a represalias por parte de la empresa en la que trabaja.
Los trabajadores adquieren ciertos compromisos con su empresa cuando firman un contrato de trabajo. Además, por su condición de empleados, al igual que tienen una amplia galería de derechos, también tienen una serie de obligciones que, de incumplirse, pueden llevarles a situaciones delicadas e incluso a un despido fulminante por parte de sus superiores.
A veces un mes puede ser desastroso para nuestra economía incluso cuando solo han pasado unos días del mismo. Gastos inesperados, situaciones de emergencia...cualquiera que sea la razón pone al trabajador en una situación en la que el sueldo que ha cobrado con el comienzo del mes se le queda corto. Pero, ¿y si pudiera conseguir parte del dinero de la siguiente nómina antes de tiempo?
La figura del despido improcedente es una de las grandes conocidas de nuestro panorama laboral. No es infrecuente haberse tomado en algún momento con el peligro o la realidad de este tipo de despido, que implica un conflicto con la empresa que decide prescindir de los servicios de su empleado y el propio trabajador cuando entiende que ese despido no se ejecuta por causas justificables.
El diccionario de la Real Academia Española define a la ineptitud como la "inhabilidad, falta de aptitud o de capacidad". Se trata de un término que se puede aplicar a los trabajadores en su desempeño diario y que incluso puede suponer su despido si la empresa considera que interfiere de forma perjudicial en el desarrollo de su actividad.
Una de las cosas más importantes para un trabajador durante el desarrollo de sus funciones en una empresa es el conocimiento de los derechos de los que puede beneficiarse, tanto en situaciones muy concretas como en el día a día. Y en este último punto es igual de clave y de útil saber cuáles son los descansos a los que tiene derecho en su jornada laboral.
Entre los múltiples derechos del trabajador está el derecho a pedir la baja (la incapacidad permanente) cuando tiene un problema de salud. Se trata de una garantía para estos empleados y su salud: se les protege cuando es incompatible el desarrollo de su trabajo con su bienestar físico y/o psicológico.
Aunque el objetivo del trabajador en su relación con la empresa debe ser el mantenimiento y protección de todos sus derechos laborales, existe el otro lado de la moneda: a la vez debe cumplir con todas sus obligaciones contractuales porque, de lo contrario, podría enfrentarse a problemas serios que pueden llevarle incluso a un despido.
El trabajo debe y tiene que ser un complemento de la vida. En esta etapa, hay que cumplir una serie de reglas contractuales, pero también tenemos derechos que nos permitirán tener una productividad más llevadera.
Los trabajadores tienen el derecho de recurrir cualquier despido del que sean víctimas. Pueden agotar diferentes cauces judiciales para tratar de demostrar que la decisión de su empresa no está justificada y, si lo consiguen, pueden encontrarse en la situación de haber sido objeto de un despido improcedente. En ese caso, tendrán derecho a cobrar indemnizaciones si la empresa no les readmite en su puesto de trabajo.
No hay sentimiento más común para un trabajador que el que le acecha cada jornada de trabajo cuando, pasadas ya unas horas, siente la necesidad de parar un momento a descansar. Aunque parezca contrario, esto está regulado por la legislacion laboral y no solo eso: también otro tipo de descansos a los que los empleados tienen derecho de forma diaria, entre jornadas laborales e incluso de forma semanal.
En ocasiones el mes se le puede hacer largo al trabajador: los gastos del alquiler, las facturas, la cesta de la compra, algún gasto imprevisto...cantidades que pueden poner en apuros al empleado y hacer que el sueldo cobrado a principios de mes quede demasiado lejano.
A menudo los trabajadores consideran que determinadas situaciones que les son beneficiosas en el trabajo son licencias que, ante la mirada benévola de los superiores, se permiten porque en el fondo no hacen daño a nadie. Pero nada más lejos de la realidad: muchas de ellas son en realidad derechos del empleado reconocidos por la ley.
La normativa laboral española contempla una serie de protecciones para los trabajadores con el fin de garantizar el cumplimiento de sus derechos y libertades durante todo el tiempo en el que desarrollen la actividad por la que les pagan. Pero, a la vez, también obliga a los mismos a respetar ciertos códigos de conducta para con su labor y sus empleadores.
Para muchas personas trabajadores el salario que reciben todos los meses es simplemente el fruto de su trabajo a las órdenes de una empresa o empresario. Un dinero que llega a su cuenta corriente en una transferencia, un acto tan automático que a menudo nos evita mirar un poco más allá.
Una frase muy repetida es que los trabajadores no son siempre conocedores de todos los derechos que tienen inherentes a su condición de trabajadores. La normativa reconoce ciertas garantías a los empleados en materia de descansos, permisos...y a menudo no son del todo conocidos, por lo que no pueden disfrutar de ellos.